CNDH determina que normalista hallado en Iguala falleció por múltiples golpes

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó que el normalista de Ayotzinapa, Julio César Mondragón murió por un traumatismo craneoencefálico y múltiples golpes en el cuerpo. Aseguró que las lesiones en el rostro y el cuello fueron realizados por animales y no por una acción humana.

En conferencia de prensa sobre avances del caso Iguala, el titular de dicha oficina de la CNDH, José Larrieta Carrasco, descartó que el estudiante recibiera un disparo de arma de fuego como se indica en el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

Julio César Mondragón fue el normalista que apareció muerto sin piel en el rostro tras el ataque de policías municipales de Iguala y del grupo delictivo “Guerreros Unidos” el 26 y 27 de septiembre de 2014.

De acuerdo a la CNDH, los agresores le provocaron 64 fracturas en 40 huesos. Se Registraron 8 fracturas en el cráneo y en 13 de los 14 huesos que conforman la cara.

Sobre los agresores, se indicó que dos integrantes de la organización criminal “Guerrero Unidos” detenidos aceptaron su participación en la muerte del normalista pero sus testimonios presentan discrepancias con la evidencia científica.

También existen diferencias entre los peritajes de la Fiscalía de Guerrero, la PGR y del el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) con la CNDH, por lo que se realizó una segunda autopsia.

La Sedena entregó 2 fotografías del cuerpo del normalistas muerto que hasta el Momento no están integradas en el expediente de la PGR.

Son 11 los detenidos, 10 policías de Iguala y un presunto delincuente, pero ninguna enfrenta cargos por tortura del caso de Julio César.

Entre sus 8 recomendaciones, la CNDH le pidió a la Procuraduría General de la República (PGR) profundizar la línea de investigación que señala al recién detenido Víctor Hugo Benítez Palacios, alias “el tilo”, uno de los líderes de “Guerreros Unidos”, como pieza clave para determinar el destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el homicidio y tortura de Julio César Mondragón.

Noemí Gutiérrez
Capital Media/@EfektoNoticias