Arquidiócesis lamenta muerte del párroco agredido en la Catedral
Anoche corrió la versión del fallecimiento de José Miguel Machorro e incluso el cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México, lo dio por muerto. Tiene muerte cerebral
El cardenal Norberto Rivera Carrera y la Arquidiócesis Primada de México informaron que hoy a las 12:36 murió el padre agredido en la Catedral Metropolitana.
“El Card. Norberto Rivera Carrera y la Arquidiócesis Primada de México se unen a la pena que embarga a toda la Iglesia mexicana por la muerte del: P. José Miguel Machorro Alcalá”, indicó la Arquidiócesis Primada de México en un mensaje.
Señaló que el sacerdote fue “llamado a la Casa del Padre este jueves 3 de agosto, en punto de las 12:36 horas, luego de haber padecido un doloroso proceso tras el cobarde ataque que sufrió el pasado 15 de mayo en la Catedral de México”.
Oró porque la familia del sacerdote encuentre paz, “especialmente a sus familiares, que hoy sufren esta irremediable pérdida que a todos nos duele en lo más profundo”.
Previo al anunció del fallecimiento, la Arquidiócesis había declarado que el corazón el padre aún latía, luego de que anoche se le decretó muerte cerebral.
El padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis, había rechazado las versiones que indicaban que el sacerdote había fallecido.
Señaló que de acuerdo con lo que comentó el equipo médico del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, aún estaba en funcionamiento su corazón y sistema respiratorio, por lo que continúa en el área de terapia intensiva.
Anoche circularon versiones de que el sacerdote Machorro había fallecido.
Incluso el cardenal Norberto Rivera envió un mensaje de Twitter en el que escribió: “Encomiendo el alma del Pbro. Miguel Machorro y pido a Dios para que fortalezca a su familia. Que en gloria de Dios esté”. Después borró el mensaje de la red social.
El sacerdote fue agredido el 15 de mayo por un hombre que intentó degollarlo cuando oficiaba una misa en la Catedral Metropolitana.
Estuvo internado un mes y medio, y después fue dado de alta pese a una infección que tenía.
En Tehuacán, Puebla, recibía una terapia de rehabilitación, ya que la mitad de su cuerpo estaba paralizado. Sin embargo, la infección no cedía, por lo que se decidió trasladarlo a la Ciudad de México pese al riesgo que implicaba.
Desde anoche se le reportó con muerte cerebral.
dgp