La historia de Héctor, el chef que casi muere linchado en Coacalco
El joven, quien terminó con problemas de habla y visión, casi pierde la vida al ser erróneamente acusado de ser ladrón de casas. Aunque el ataque se registró en octubre, aún no se recupera y continúa su tratamiento en un hospital
En México la crisis de inseguridad y de impartición de justicia ha llevado a la población a tomar medidas extremas contra los delincuentes, arremetiendo contra ellos, muchas veces linchándolos, quitándoles la vida, asumiendo la justicia por propia mano.
Según el documento “Linchamientos en México”, elaborado por Juan Pablo Aguirre Quezada en febrero de 2018 y publicado por el Senado de la República, en el país, en los últimos 26 años, se han registrado al menos 366 casos relacionados con el linchamiento en diferentes entidades, fenómeno que se registra principalmente en la zona centro-sur.
Esta expresión de justicia por propia mano se asocia a los siguientes delitos: 50% por robo; 16.2% por atropellamiento y otros accidentes viales; mientras que entre 6 y 7% por denuncias de violación, asesinato o secuestro. El promedio del número de linchamientos anuales en las últimas décadas ha sido de 32 a escala nacional, refiere el documento.
LA HISTORIA DE HÉCTOR
En este contexto, Héctor, un joven chef quien trabajaba en un restaurante de la Ciudad de México sufrió en carne propia la furia de la muchedumbre, quien por un mal entendido lo confundió con un ladrón y lo golpeó hasta casi quitarle la vida.
Los hechos se registraron el 8 de octubre cuando el joven, saliendo de trabajar, se encontró con unos amigos que estaban acompañados de algunas mujeres, una de las cuales lo invitó a quedarse en su casa pues “ya no había transporte debido a la hora” (después de las 11 de la noche).
La joven que invitó a Héctor a quedarse en su hogar, describe el medio Uno Tv, despertó temprano y salió de casa, dejando al chef dormido, encerrado en la vivienda con llave.
Cuando despertó, sin pila en el celular, el joven decidió esperar a que la mujer regresara para que le abriera la puerta y pudiera salir; no obstante, esto ocurrió hasta las siete de la noche, hora en que su “anfitriona” volvió al hogar con toda su familia.
Al verlo, la mujer lejos de reconocerlo y admitir que lo había invitado a pasar la noche en su vivienda comenzó a gritar y a acusarlo de ser un ladrón, lo que detonó la furia de sus familiares, primero, y vecinos después.
Héctor fue sacado a la calle en donde una muchedumbre comenzó a golpearlo; algunos le pegaron con un bate en la boca por lo que perdió algunos dientes. Su mandíbula terminó fracturada y si no hubiera sido por una persona que paró a la turba y llamó a la policía hubiera muerto allí, pues algunos ya azuzaban con prenderle fuego.
Las consecuencias: No hubo denuncia en su contra por el supuesto atraco que cometió; las lesiones que le provocaron lo imposibilitan, de momento, para regresar a trabajar como chef; tiene problemas en la vista y le faltan más de 10 dientes… Ninguno de los agresores fue detenido y de la mujer que lo invitó a pasar la noche más trágica de su vida nada se sabe.