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Jueves 21 de Noviembre 2024

Hasta 6,000 pesos gastan peregrinos en su visita a la Basílica de Guadalupe

 

"Nos preparamos todo un año para venir aquí, los principales obstáculos: el tiempo y lo económico..."


Diversos gastos son los que deben tomar en cuenta los peregrinos en su visita anual a la Basílica de Guadalupe, tales como: pasajes, comidas, flores, altares, recuerdos y hasta limosnas.Según nos relata Evodio, de 43 años y quien desde hace 20 años viaja de la comunidad de Cerro Armadillo Grande, en Oaxaca, a la Ciudad de México, para venerar a la virgen morena en su día.Nos refiere que a sus acompañantes y a él  ya les afectó el aumento en las gasolinas, pues afirma que “cada año aumenta, más que nada por el autobús”.

El camión que los transporta las 24 horas del trayecto les cobra alrededor de mil 500 pesos por cada uno, pese a que traen consigo alimentos, también gastan en comida durante los días que dura su estadía en la capital del país.

“Cerca de 30 mil a 40 mil pesos gastamos en lo que es una peregrinación, en lo individual entre cinco y seis mil pesos”, afirma Evodio.  Tal vez para algunos esta cifra pueda resultar menor, pero para él equivale a todo un año de trabajo, ya que debe de reservar una parte de los 100 pesos que gana al día sembrando frijol y maíz.

“Nos preparamos todo un año, no es fácil, son tres obstáculos los que tenemos para venir aquí, tiempo, lo económico y la dedicación”, relató el devoto guadalupano”.

Por otra parte existen otros peregrinos que viven de su fe, como Marcos, perteneciente a la agrupación Danza Guadalupana, oriundo de Monterrey, Nuevo León.

“El autobús está entre 40 y 50 mil pesos, nosotros, como somos los danzantes no pagamos nada, nos contrata el encargado”, dijo, acompañado por un grupo de 10 bailarines engalanados con uniformes fosforescentes estampados con diversas imágenes de la virgen.

Sin embargo, también realizaron una inversión cercana a los cuatro mil pesos en cada vestuario, el  cual consta de la nahuilla (una especie de arco), chaleco, camisa, pijama y corona. Además de sus huaraches,  adaptados con una lámina para darles resonancia.

Entre los gastos más comunes de un peregrino están las comidas y el transporte, suelen destinar más de 70 por ciento de su presupuesto a estos aspectos. La inversión por alojamiento no es significativa, pues muchos prefieren pasar la noche en los alrededores de la Basílica o en los automóviles en los que viajaron.

Las autoridades capitalinas esperan que este año se rebase la cifra récord impuesta el año pasado de ocho millones de asistentes y que dejó una derrama de más de mil millones de pesos.

smg