Así se ve la casa más antigua de la CDMX que ahora funciona como centro cultural
La casa de cultura contribuirá a regenerar el tejido social en el límite oriente del Centro Histórico de la Ciudad de México, ya que acercará expresiones artísticas y oficios a niñas y niños que habitan en La Merced y Tepito
La casa más antigua de la Ciudad de México se convirtió en el Centro Cultural Manzanares 25, en el cual se impartirán distintos talleres, además de contar con un pequeño museo de sitio que expondrá las labores de rescate de la vivienda.
Ubicada en Manzanares 25, en el barrio de la Merced, la vivienda pertenecía a una familia indígena que trascendió la Conquista española en el siglo XVI, está próxima a la Capilla del Señor de la Humildad y Avenida Circunvalación.
Tras ocho años de rescate y rehabilitación por parte del Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México, bajo la intervención y supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), este espacio abrió sus puertas.
Durante la inauguración, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, recordó que el inmueble está incluido en el Catálogo de Monumentos Históricos del INAH, y su relevancia se sustenta en las investigaciones del doctor Juan Benito Artigas, profesor emérito de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
Destacó que la vieja vivienda es la única sobreviviente de la arquitectura del siglo XVI de la capital virreinal, porque casi la totalidad de las construcciones fueron gravemente afectadas en la centuria siguiente por las inundaciones e innumerables modificaciones en su diseño.
El arquitecto Juan Benito Artigas advirtió que en la página 606 de su libro “México: Arquitectura del siglo XVI”, puso de manifiesto los diversos aspectos que hacían tan relevante al solar de Manzanares 25, el cual contenía las “casas” de un mismo clan familiar de origen indígena, que sobrevivió a la Conquista española, y en su frente corrían en el pasado las acequias Real y de Regina transportando canoas y trajineras.
“Es un ejemplo de la creatividad novohispana, porque mantiene la disposición de viviendas contiguas propia de la tradición mesoamericana (15 cuartos alrededor de un patio), con la introducción de elementos de la vivienda española como son los marcos de cantera en torno a puertas y ventanas, y la viguería de madera en sus techos”, añadió.
La casa de cultura contribuirá a regenerar el tejido social en el límite oriente del Centro Histórico de la Ciudad de México, ya que acercará expresiones artísticas y oficios a niñas y niños que habitan en La Merced y Tepito, en Cuauhtémoc, así como en Candelaria de los Patos, en Venustiano Carranza.
Por su parte, el titular del Fideicomiso Centro Histórico, José Mariano Leyva, indicó que el Centro Cultural Manzanares 25 es un sitio donde el pasado se va a comprometer con el futuro, porque alrededor de 800 niñas y niños que viven en las cuadras aledañas, podrán convivir y aprender en los talleres, precisa un comunicado.
Explicó que cuando comenzó la restauración del inmueble histórico era un sumidero de basura y añadidos de cemento y ladrillo, mientras que en el callejón de enfrente se encontraba un “carrusel de prostitución”.