La Bandida, Te robará hasta el aliento…
La actriz Sandra Echeverría dará vida a Graciela Olmos, la célebre “madame” del México post-revolucionario que influyó en políticos, empresarios y artistas.
“Me gusta mucho interpretar personajes femeninos que sean intensos, de gran fortaleza y con ambición por salir adelante, para que otras mujeres se puedan sentir identificadas. Esos son los personajes que busco, porque hacer de mujer victimizada no es mi onda”, señaló la actriz Sandra Echeverría, quien protagonizará, a partir del próximo lunes, la teleserie “La Bandida”.
En esta producción de 70 capítulos que se transmitirá en México y América Latina por la señal de Telemundo Internacional, Echeverría dará vida a Graciela Olmos (“La Bandida”), un célebre personaje del México post-revolucionario y dueña de uno de los prostíbulos más exclusivos de la época, que convivió con los caudillos, generales, políticos, empresarios, artistas e intelectuales más influyentes del país.
“Para mí, Graciela Olmos es un ejemplo para muchas personas, porque ella fue una mujer que supo empoderarse en un mundo controlado por los hombres en una sociedad bastante machista”, dijo la actriz sobre este personaje, quien era conocida en el mundo de la bohemia mexicana de la primera mitad del siglo XX bajo el apodo de “La Bandida”.
El burdel de Graciela Olmos era frecuentemente visitado por reconocidas figuras del ámbito artístico como Agustín Lara, Los Panchos, Octavio Paz, Pablo Neruda y Álvaro Carrillo entre otros.
Para asumir este reto actoral, Sandra Echeverría reveló que no tenía un referente claro, “porque en aquella época no había material audiovisual sobre el cual pudiera ver imágenes de Olmos, así que mi preparación consistió en leer todo lo que encontré en libros y periódicos sobre ‘La Bandida’ y, afortunadamente, era mucho material”.
Echeverría reveló que además de los textos sobre la historia de México y las consultas hemerográficas que realizó, el director de la teleserie, Mauricio Cruz, así como los guionistas, la ayudaron mucho en la construcción de su personaje. “Nos guiamos por todas sus acciones, las fotografías que encontramos, por el vestuario… Fue un trabajo de investigación intenso y enriquecedor, que generalmente no se hace estas producciones”, indicó.
Dijo que su carrera parece estar marcada “por la interpretación de personajes femeninos de gran ambición y arrebatadora fortaleza”, pues desde sus inicios en “Súbete a mi moto”, hasta su paso por la versión mexicana de la telenovela “El Clon” y el remake de “La Usurpadora”, “mi debilidad ha sido meterme en los zapatos de auténticas guerreras, muy lejos de los roles tradicionales de Cenicienta”.
Comentó que esta inclinación por este tipo de personajes podría remontarse a su propia experiencia familiar. “Creo que siempre he sido una mujer muy temperamental. Vengo de una familia donde mi madre siempre fue la fuerza más grande. Aprendí mucho de ella, ha sido un gran ejemplo para mí. Se divorció cuando mi hermana y yo éramos chiquitas, salió adelante y se puso a trabajar… Es una mujer admirable”, dijo la actriz.