Investigador de la UAM cuestiona la Guía Bioética
La Guía de Bioética de asignación de recursos en medicina crítica para ordenar la toma de decisiones médicas en el caso de los pacientes con Covid-19 discrimina a las personas mayores, señaló el doctor Jorge Alberto Álvarez.
La Guía de Bioética de asignación de recursos en medicina crítica para ordenar la toma de decisiones médicas en el caso de los pacientes con Covid-19 discrimina a las personas mayores, señaló el doctor Jorge Alberto Álvarez Díaz, investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Manifestó que el criterio general respecto de pacientes que ingresan a una unidad de cuidados intensivos “no está en la edad, sino en la posibilidad de salvar sus vidas después de la estancia” en dicha fase.
El escenario que implica la atención a enfermos de COVID-19 es complejo en esa especialidad, pero “resulta discriminatorio escoger a alguien por el hecho de no haber vivido un determinado número de años, además de que potencialmente una persona de 60 tal vez viva 25 más y muera a los 85 años”, mientras que alguien de 40 podría ser atropellado saliendo del hospital, es decir, “no sabemos qué va a ocurrir en el futuro como para poder tomar la edad como un criterio”.
En ese sentido, el investigador indico: “si hacemos vivir a los jóvenes y dejamos morir a los viejos caeríamos en un paradigma de biopolítica consecuente por completo con el modelo económico neoliberal, porque resulta que el joven va a poder trabajar y producir, mientras que lo que ya produjo el viejo nadie lo toma en cuenta”, expuso el docente,
Premio a la Excelencia en Salud Interamericana en Bioética 2007 por la Organización Panamericana de la Salud.
Un escenario “completamente irreal e irrisorio de la Guía” es aquel en el que se compara la necesidad de un ventilador entre una persona de 80 años y otra de 20, porque sería “rarísimo que alguien de 20 años necesite una ventilación mecánica”, así que lo más común será tener dos de edades más próximas, por ejemplo, quinta y sexta década de la vida.
“Otro contexto es el de una persona de 50 años que todavía labora y es derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social y una de 70 que ya se jubiló: ¿por qué seleccionar a alguien que va a poder seguir produciendo sobre otra que ya cotizó toda su vida?, ¿le van a negar el respirador? Me parece una arbitrariedad desde el punto de vista ético”, cuestionó el especialista.