Tras alud en Italia, continúa búsqueda de sobrevivientes
Las labores de búsqueda en los escombros del hotel Rigopiano, en la central región italiana de Abruzzo, sepultado hace seis días por una avalancha de nieve, siguieron ayer mientras el balance es de 11 supervivientes, seis muertos y 23 desaparecidos.
Portavoces del cuerpo de bomberos indicaron que la búsqueda de posibles supervivientes no se ha detenido y que también se ha trabajado durante la noche pese a las difíciles condiciones y el mal tiempo.
La esperanza es encontrar personas vivas en algunas “burbujas de aire” que se pudieran haber formado entre la nieve, escombros del hotel y restos de árboles.
“Hay todavía esperanzas de encontrar supervivientes bajo los restos del hotel Rigopiano, si es que alguien pudo refugiarse en una burbuja de aire suficientemente grande”, afirmó Mario Costa, presidente de la organización de rescatistas SIS 118.
Costa explicó que a seis días de la tragedia, el frío era el problema principal y el mayor riesgo para eventuales supervivientes era la hipotermia.
El último cadáver que fue extraído el domingo fue el del senegalés Faye Dame, de 30 años, que trabajaba en la cocina del hotel y cuyo nombre no figuraba en la lista de desaparecidos. La víspera fueron encontrados vivos tres cachorros de perro, propiedad del dueño del hotel, quien se encuentra entre los desaparecidos.
Las otras víctimas hasta ahora identificadas son otros dos empleados del hotel del sexo masculino, una pareja, cuyo hijo de ocho años fue rescatado con vida y una mujer cuyo hijo también sobrevivió.
Entre los supervivientes está el cocinero Giampiero Parete, quien se salvó porque al momento de la avalancha había salido al estacionamiento a buscar un fármaco en su auto y fue quien dio la alarma.
Milagrosamente el viernes pasado fueron rescatados con vida la esposa del cocinero y sus dos hijos, de ocho y seis años.
El Rigopiano, un hotel de cuatro estrellas, ubicado en la localidad de Farindola, fue sepultado el miércoles pasado por una avalancha provocada por cuatro sismos —de una magnitud mayor a 5 en la escala de Richter— que azotaron la región.
