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Jueves 21 de Noviembre 2024

Se va Liu Xiaobo, paladín de la democracia china e icono del humanismo

 

El intelectual, activista y premio Nobel de la Paz falleció a los 61 años debido a cáncer de hígado


Intelectual, activista y ser humano, el gran Liu Xiaobo ha fallecido a los 61 años debido a cáncer de hígado. El anunció lo realizó el gobierno de Shenyang, ciudad en que se ubica el hospital donde estaba internado Xiaobo desde mayo. El máximo disidente chino de los últimos años pasará a la historia por su lucha por una China democrática que nunca vio consumarse.

Durante toda su vida, Xiaobo alzó la voz para demandar reformas en la ley china, que permitieran un Estado democrático. Su pelea por los derechos humanos, la libertad de expresión y sus ideas liberales enfurecieron al gobierno de Pekín, que en 2009 lo encarceló por “incitar la subversión de los poderes del Estado”.

El arresto del intelectual ocurrió días antes de que se publicara la Carta 08, que Xiaobo escribió junto con otros colegas, en la que se demandaban reformas políticas profundas para la implementación de un gobierno democrático.

La pena por el supuesto delito de subversión fue once años en prisión; sin embargo, tres años antes de recuperar su libertad, a Xiaobo le detectaron tarde un cáncer terminal en el hígado que finalmente acabaría con su vida.

Un año después de haber iniciado su sentencia, el comité del premio Nobel decidió otorgarle el máximo galardón de la Paz por su larga lucha no violenta en defensa de los derechos humanos. Esta información no fue transmitida en los medios chinos. El gobierno ordenó que no se cubriera la noticia e incluso se reportó que hubo policías que impidieron que salieran de sus casas a la gente que manifestaba su alegría por el suceso.

Apenas el pasado 23 de mayo fue cuando le detectaron el cáncer; algunos afirman que esta tardanza en el diagnóstico no fue casual y que en realidad fue un recurso del gobierno de Pekín para deshacerse de su gran opositor.

A pesar de que doctores especializados extranjeros afirmaran que la enfermedad de Xiaobo estaba avanzada pero que aún podía tratarse, el gobierno chino se negó a dejar que el activista saliera del país con el argumento de que estaba demasiado enfermo para viajar.

La grandeza de Liu Xiabo residía no sólo en su mente brillante, sino en sus valores y el ejemplo pacifista que entregó al mundo. Designado como ‘el hombre que contó la verdad sobre la tiranía china’, Xiaobo defendía que él no odiaba a nadie, que no tenía enemigos, puesto que esa forma de pensar sólo incitaba luchas, crueldad y violencia. Decía el disidente:

“Espero poder trascender mis experiencias personales al mirar el desarrollo y el cambio social, contrarrestar la hostilidad del régimen con la mejor de las buenas voluntades, y dispersar el odio mediante el amor.”

dgp