Se salva de la inyección letal porque no pudieron encontrarle la vena
El estado de Ohio tuvo que suspender la ejecución de Alva Campbell, un hombre de 69 años condenado a muerte, después de tratar por treinta minutos, infructuosamente, encontrar una de sus venas.
Los verdugos del Centro Correccional del Sur de Ohio, Lucasville trataron de insertar líneas intravenosas en ambos brazos y en una de sus piernas mientras se encontraba amarrado en una camilla para administrarle la inyección letal, pero no pudieron encontrar ninguna arteria.
El reo tiene un delicado estado de salud con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y advirtieron que la ejecución podía tener problemas. También necesita un andador para caminar y depende de una bolsa de colostomía.
Campbell fue detenido en 1997 por un robo a mano armada, pero ya había cumplido 20 años de cárcel por asesinar a un hombre en un bar en 1972, y desde 1992 gozaba de libertad condicional.
Una vez detenido, fingió sufrir parálisis corporal para ser trasladado a los juzgados en una silla de ruedas. Una vez ahí, redujo a la agente que lo custodiaba y le robó el arma. En el estacionamiento de los juzgados, asaltó al joven Charles Dials y lo obligó a conducir durante unas dos horas hasta que decidió matarlo de un disparo en la cara. Fue detenido tras el asesinato y condenado a muerte un año después.
El gobernador de Ohio, John Kasich, reprogramó la ejecución de Campbell para el 5 de junio de 2019.