Prensa regresa golpe a Trump
CNN demanda al presidente de Estados Unidos y tiene posibilidades de ganar porque basa su caso en la enmienda que defiende la libertad de expresión. La Corte protege este derecho en la mayoría de procesos
Los medios de comunicación están cansados del trato que reciben por parte de la administración del presidente Donald Trump y regresan el golpe por primera vez. CNN interpuso una demanda contra el mandatario y varios de sus funcionarios este martes para exigir que se restaure de inmediato el acceso del periodista Jim Acosta a la Casa Blanca.
La demanda presentada en la Corte federal de distrito en Washington busca la intervención de un juez después de que Trump expulsó a Acosta de la Casa Blanca luego de un altercado entre el reportero y una asesora de prensa.
En conferencia, el periodista hizo un par de preguntas a Trump y la asesora intentó quitarle el micrófono, pero él no se lo entregó y fue acusado de tratarla de manera horrible por la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Fue ella quien horas más tarde informó en Twitter que le sería retirada la credencial a Acosta porque, argumentó, el gobierno estadounidense no tolera que un reportero le ponga las manos encima a una joven que está tratando de hacer su trabajo.
CNN y Acosta demandan al presidente y a algunos funcionarios para que el periodista pueda entrar otra vez a la Casa Blanca. Hay seis demandados: Trump, Sanders, el secretario general de la Casa Blanca John Kelly, el vicejefe de personal de comunicaciones de la Casa Blanca Bill Shine, el director del Servicio Secreto Joseph Clancy y el agente del Servicio Secreto que confiscó el pase de prensa de Acosta el miércoles pasado. El agente está identificado como John Doe hasta que se sepa su nombre
En una declaración publicada el martes por la mañana, CNN asegura que está solicitando una orden judicial preliminar para que Acosta pueda regresar a la Casa Blanca de inmediato y un fallo que impida que las autoridades revoquen el pase de Acosta en el futuro.
“CNN presentó una demanda contra la administración de Trump esta mañana en el Tribunal del Distrito de Columbia. Exige la devolución de las credenciales del corresponsal en jefe de la Casa Blanca de la CNN, Jim Acosta”, cita el documento.
Expertos legales dicen que las posibilidades de que la cadena estadounidense gane en los tribunales son favorables.
“Estoy seguro de que van a ganar la demanda. Trump se irá de la Casa Blanca y ellos seguirán trabajando. Se protegerán en la Primera Enmienda, lo primero que hicieron los estadounidenses después de la Constitución para tener absoluta libertad para expresarse en su país”, afirma Tomás Caparroso Franco, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la acusación, CNN alega que los derechos de Acosta y de CNN consagrados en la Primera y la Quinta Enmienda de la Constitución son violados a partir de la decisión de Trump.
La Primera Enmienda fue adoptada el 15 de diciembre de 1791 y le otorga a los estadounidenses el derecho a la libertad de expresión, de reunión y de prensa. Esto quiere decir que los ciudadanos pueden decir lo que piensan sin temer a represalias del gobierno.
“La Primera Enmienda es creada para que no se detuviera la creación o cualquier expresión porque en aquel tiempo venían de Inglaterra, donde todo estaba prohibido”, asegura el profesor de derecho.
La Quinta Enmienda protege los derechos penales. Indica que nadie debe ser retenido por cometer un crimen a menos que esté debidamente acusado ni tiene que testificar en su propia contra.
Siempre gana la libertad de expresión
Aunque existe un marco legal para defender a los periodistas, la acción de Trump parece tener pocos precedentes. No hay constancia de que un presidente haya revocado la acreditación de un reportero porque no le gustaron las preguntas que le hizo.
Sin embargo, sí hay antecedentes sobre situaciones similares en otras dependencias del gobierno estadounidense. Durante la presidencia de Lyndon Johnson, el Servicio Secreto negó una credencial al reportero Robert Sherrill de la revista Nation.
La agencia dijo que Sherrill, quien peleó con uno de los asesores de campaña de Johnson, era una amenaza física para el presidente. Sherrill demandó y ganó en 1977, aunque luego se negó a solicitar la acreditación, según el periodista George Condon.
Otro caso similar se dio el año pasado cuando la jueza federal Naomi Buchwald anuló el bloqueo de usuarios por parte de la cuenta de Trump en Twitter. Ella dictaminó que la Primera Enmienda le impedía negar a los ciudadanos estadounidenses el acceso a las declaraciones presidenciales o interactuar con ellas.
“Las decisiones de la Corte siempre han sido en favor de la libertad de expresión. No creo que el presidente logre una resolución a su favor”
Previo a imponer la demanda, CNN envió una carta a la Casa Blanca el viernes solicitando formalmente el restablecimiento inmediato del pase de Acosta y advirtiendo el posible inicio de un proceso en contra de Trump y otros funcionarios. No recibieron respuesta positiva y por eso decidieron llevar el caso a un juez.
Casa Blanca se defiende
Después de recibir la notificación sobre la demanda, la Casa Blanca no esperó mucho tiempo para dar una respuesta. En un comunicado publicado este martes, el gobierno estadounidense calificó la querella como otro alarde más de CNN y dijo que pretende defenderse vigorosamente del proceso.
“No se honra la Primera Enmienda cuando un único reportero, de los más de 150 presentes, intenta monopolizar la palabra. Si no hay un freno a este tipo de conducta se obstaculiza la capacidad del presidente, del personal de la Casa Blanca y de los miembros de los medios para realizar su tarea”, menciona el documento.
Unión en el gremio
En la declaración publicada el martes, CNN también dijo que otras organizaciones de noticias pueden ser atacadas en un futuro por la administración de Trump.
“Si bien la demanda es específica para CNN y Acosta, esto pudo ocurrirle a cualquiera. Si no se desafían las acciones de la Casa Blanca, pueden generar un efecto de enfriamiento peligroso para cualquier periodista que cubra a nuestros funcionarios electos”, argumenta la cadena.
En el mismo sentido, otros periodistas se solidarizan con Acosta desde que Trump lo expulsó de la Casa Blanca la semana pasada. En un comunicado, el presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca Olivier Knox dice que la organización apoya a CNN para que el periodista recupere su acceso.
Agrega que la revocación de la credencial de Acosta fue una reacción desproporcionada al incidente de la conferencia de prensa.
“El presidente de los Estados Unidos no debería elegir arbitrariamente a los hombres y mujeres que lo cubren”, opina Knox.
Otros quieren convocar a una acción aún más fuerte en respuesta a las represalias de Trump contra los periodistas. Richard Tofel, presidente de ProPublica, una organización de periodismo de investigación, sugirió en una entrevista que los periodistas deben unirse y dejar de cubrir la Casa Blanca.
“Si favorecer al gobierno es el precio de operar dentro (de la Casa Blanca), entonces podemos cubrir desde afuera… Como cuestión de libertad de prensa, el cuerpo de prensa de la sala debería decir: ‘Si Trump ha redefinido las reglas para repartir pases solo a aquellos cuya cobertura no objetó, todos nos iremos’”, dijo Toffel, un abogado que fue pasante en la oficina de prensa de la Casa Blanca.
El hostigamiento de Trump contra la prensa no es un fenómeno reciente ni dirigido a sólo un medio de comunicación. El republicano provocó el descenso de su país en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de la organización Reporteros Sin Fronteras el presente años.
Estados Unidos se ubica en el lugar 45 de este informe debido a los repetidos ataques contra periodistas que se registraron en territorio estadounidense en 2018. El año anterior, el país se encontraba en el escaño número 43 de la clasificación, es decir, descendió dos puestos.
El sitio U.S. Press Freedom Tracker también muestra cifras alarmantes. Revela que hasta el martes se cometieron en Estados Unidos 41 ataques, 7 arrestos y 5 asesinatos a periodistas.
El informe de la plataforma creada por más de 20 organizaciones defensoras de la libertad de prensa también registra que en territorio estadounidense hubo 45 ataques físicos contra reporteros el año pasado y 31 de estos sucedieron en protestas. De los más de 30 ataques, la policía estuvo relacionada en nueve.
El sitio también tiene el registro de 34 casos de detención a periodistas en 2017, 29 de los arrestos se realizaron cuando los reporteros cubrían una manifestación. Dieciocho de los periodistas detenidos eran freelancers. En el mismo año también se arrestaron a cinco periodistas en las fronteras de Estados Unidos y hubo 15 revisiones o incautaciones de equipos.
Los ataques y el hostigamiento contra los periodistas en Estados Unidos pueden detenerse si CNN gana la demanda contra Trump, un hombre que ve a la prensa como “el enemigo del pueblo”.