Opositores a Trump cortejan a Ivanka
Ivanka Trump ha dicho que el que manda es su padre y que ella simplemente le deja saber sus puntos de vista en privado.
Sectores liberales creen que podrían tener una aliada en Washington en Ivanka Trump. La hija del presidente Donald Trump, no obstante, no parece muy interesada en lo que le plantean. Al menos por ahora.
En las últimas semanas, distintos activistas han buscado la ayuda de la hija del mandatario en temas como el cambio climático, la inmigración y las condiciones laborales en todo el mundo. Ivanka Trump, asesora de su padre y quien se supone tiene mucha influencia sobre él, se ha mantenido al margen en esos asuntos.
Los esfuerzos de los opositores a Trump por cortejar a Ivanka, de todos modos, reflejan el peso que tiene la hija del presidente, que procura impulsar ciertas causas sin inmiscuirse en temas controversiales, a juzgar por lo visto hasta ahora.
La campaña más sonada por lograr los buenos oficios de Ivanka Trump es tal vez la de China Labor Watch, una organización de Nueva York que investiga las condiciones de trabajo en fábricas de China que producen artículos para la marca de la hija de Trump. La agrupación le ha pedido que hable sobre la detención de activistas envueltos en la investigación sobre sus descubrimientos. Dicen que le han enviado dos cartas a la Casa Blanca expresándole sus inquietudes.
La empresa de Ivanka Trump ha tratado de tomar distancia de la fábrica en cuestión, diciendo que no trabaja con ella desde hace tres meses.
Ivanka Trump no respondió a pedidos de comentarios.
La hija del presidente se enfoca generalmente en asuntos que generan apoyo de los dos partidos y hay quienes piensan que no comparte algunas de las políticas de su padre. De ser así, en todo caso, no lo expresa públicamente y no se ha pronunciado en torno a temas como las restricciones inmigratorias, el muro en la frontera con México, los recortes al presupuesto o el acuerdo de París sobre el cambio climático.
Algunos grupos están viendo si pueden hacerla actuar.
Antes de que Trump anunciase la salida de Estados Unidos del acuerdo de París, el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales puso en marcha una campaña en la que pedía a la gente que enviase correos electrónicos y llamase por teléfono a Ivanka Trump para que alentase a su padre a que no se saliese del acuerdo. Se exhortaba a la gente a que le pidiese que “hiciese todo lo que esté a su alcance para persuadir al presidente”.
“Cuando vimos que se inclinaba por salirse, dimos un manotón de ahogado”, dijo Ben Smith, director de la campaña digital. Agregó que tenía la sensación de que Ivanka Trump “simpatizaba” con la causa de la defensa del medio ambiente.
Smith dijo que 50 mil personas firmaron la petición.
La semana pasada, Amnistía Internacional lanzó una campaña para informar a Ivanka Trump sobre sus esfuerzos para cerrar un centro residencial de Pensilvania que aloja a inmigrantes con hijos. Dice que esa instalación es un centro de detención.
“Dice que se interesa en el cuidado de las mujeres y los niños. Que quiere aprovechar el poder que tiene ahora. Le tomamos la palabra”, afirma Naureen Shah, directora de campañas de la rama estadounidense de Amnistía Internacional.
“Los demócratas no tienen muchos contactos con la Casa Blanca, no tienen formas de influir en el presidente”, comentó la estratega demócrata Lis Smith. “Su hija es uno de los pocos vehículos que tienen para llegar a él”.
En entrevistas, Ivanka Trump ha dicho que el que manda es su padre y que ella simplemente le deja saber sus puntos de vista en privado. Hace poco declaró en “Fox and Friends” que le sorprendía “el nivel de maldad” con que se ha tropezado el gobierno en Washington, algo que no deja de llamar la atención si se toma en cuenta la retórica agresiva de su padre.
Señaló que su padre quiere hacer “grandes cosas” y que ella “no esperaba una experiencia tan intensa”, pesa a estar consciente de que “las cosas no iban a ser fáciles”.
Ivanka Trump se instaló en Washington con su familia antes de que su padre asumiese. Es una asesora de su padre sin goce de sueldo y ya no cumple función alguna en su empresa ni en la Trump Organization de su padre, aunque sigue teniendo intereses en ambas como propietaria.
Se la ha visto más en los últimos tiempos, trabajando en una licencia familiar con goce de sueldo que figura en el presupuesto de su padre, acompañando a su padre en su primer viaje al exterior como presidente y apareciendo en algunas funciones con su padre.