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Viernes 22 de Noviembre 2024

Muerte de Amado Carrillo fortaleció a El Chapo y Zambada

 

La fusión significó también que los cárteles se compartían plazas o ciudades que tenían bajo su control, así como los puertos mediante los que podrían recibir drogas.


Tirso Martínez Sánchez, quien fungía como distribuidor de drogas en Estados Unidos, declaró hoy en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán que las operaciones de los cárteles del narcotráfico se consolidaron tras la muerte de Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”.

Martínez, quien era apodado “El Ingeniero” o “El Futbolista” y ahora es un testigo protegido, dijo que trabajaba tanto para el Cártel de Sinaloa como para el Cártel de Ciudad de Juárez entre 1990 y el 2000.

Explicó que los dos cárteles funcionaban en alianza en los primeros años de la década de los 90, con Carrillo Fuentes como líder del Cártel de Juárez, y Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada como líderes del Cártel de Sinaloa.

Tras la muerte de Carrillo Fuentes en una cirugía fallida, uno de los sublíderes del Cártel de Juárez se disparó, lo que perjudicó sus facultades mentales y se retiró del negocio. Esa persona era Eduardo “El Flaco” González Quirarte.

La fusión hizo al cártel más fuerte, lo que significaba mayor poder para corromper políticos y policías y, en consecuencia, generar más dinero de sus operaciones de narcotráfico, precisó “El Ingeniero”.

La fusión significó también que los cárteles se compartían plazas o ciudades que tenían bajo su control, así como los puertos mediante los que podrían recibir drogas.

Martínez fue detenido en México en 2014 y extraditado un año más tarde a Estados Unidos. En 2016, se declaró culpable en la corte de Nueva York de haber distribuido toneladas de cocaína en territorio estadounidense y Europa.