Jóvenes contra el abstencionismo en EU
Organizaciones, cantantes y políticos convocan a los jóvenes para que voten en las próximas elecciones intermedias. Los estadounidenses que ejercen su derecho al sufragio por primera vez pueden romper con el historial de apatía en los comicios
Las generaciones más jóvenes son capaces de romper la tradición abstencionista de Estados Unidos. Uno de los retos más grandes en las próximas elecciones intermedias es erradicar la falta de interés de los ciudadanos en ejercer su derecho al voto.
El gigante norteamericano se caracteriza por tener una participación baja en los comicios desde los años sesenta, pero el periodo electoral de noviembre puede ser diferente a los anteriores porque los jóvenes se están organizando para acudir a las urnas.
Los estudiantes que marcharon por todo el territorio estadounidense contra las armas después del tiroteo en Parkland son los que convocan a otras personas de su edad para votar.
March For Our Lives es una organización integrada por estudiantes que consideran que salir a votar es importante para cambiar la realidad de Estados Unidos. También es la agrupación que coordinó una manifestación para exigir una legislación de control de armas más estrictas en marzo
Cada martes antes de las elecciones del 6 de noviembre, March For Our Lives emite un llamado a la acción para los jóvenes de Estados Unidos. Son convocatorias para realizar actividades que motiven a las generaciones más jóvenes para que acudan a las urnas.
En su sitio mencionan que su misión es clara: alentar a todos los votantes a elegir líderes “moralmente justos” en todos los niveles de gobierno. Cualquiera se puede inscribir en la página y recibir mensajes con las nuevos llamados a la acción. Los jóvenes comparten sus participación en estas actividades mediante las redes sociales con el hashtag #TurnoutTuesday.
Hasta ahora, el sitio tiene registro de seis acciones planeadas y tres ya se realizaron. El último llamado a la acción fue el pasado martes 16 de octubre. La organización pidió a los jóvenes crear carteles que anunciaran el día de las elecciones para colocarlos en sus escuelas y escaparates.
Los participantes compartieron sus diseños en redes sociales con el hashtag #GetArtTheVote. Las aportaciones están hechas con todo tipo de técnicas y materiales.
La última actividad que planea realizar March For Our Lives es #WalkoutToVote, una caminata hacia las urnas en diferentes estados el 6 de noviembre a las 10 horas. Los integrantes de la agrupación convocan a estudiantes de escuelas secundarias y universidades de todo el país para que salgan de clase y se dirijan a las urnas para animarse mutuamente para emitir el voto.
El llamado para el voto de los jóvenes no sólo proviene de organizaciones. La cantante y compositora Taylor Swift publicó el domingo pasado un texto breve en el que invita a las personas de su edad a acudir a las urnas.
Swift rompió su abstención de temas políticos ante sus 112 millones de seguidores en Instagram. Explicó que debido a los acontecimientos en su vida y en el mundo durante los últimos dos años, ahora está dispuesta a hablar sobre política.
“Siempre emitiré mi voto en función de qué candidato protegerá y luchará por los derechos humanos que todos merecemos en este país. Creo en la lucha por los derechos LGBTQ y que cualquier forma de discriminación basada en la orientación sexual o el género es incorrecto”, escribió la cantante. Además, la compositora dijo que no puede votar por alguien que no esté dispuesto a luchar por la dignidad de todos los estadounidenses, sin importar su color de piel, género o a quién aman.
Ella se dirigió a los fanáticos que tienen 18 años y los instó a registrarse, investigar a los candidatos y votar incluso si no están de acuerdo con un política en cada tema.
Vote.org compartió que en las primeras 24 horas después de la publicación 65 mil personas se registraron para votar. Para el contexto, 190 mil 178 electores se registraron en el mes de septiembre y 56 mil 669 en agosto.
“La opinión pública de los jóvenes se mueve mucho en las tendencias de las redes sociales y todos los llamados se han dado desde estas plataformas, entonces habrá si no una participación histórica, sí una participación interesante de este sector”, explica Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales.
En el mismo sentido, la internacionalista menciona que los jóvenes y el resto de electores votarán en los próximos comicios no por conciencia democrática, sino por un acto de rebeldía y para castigar al actual gobierno de Estados Unidos.
“Se saldrá a votar por castigar y evaluar negativamente el poder que está en la actualidad al frente de las instituciones, no porque haya un sentido democrático”, señala la especialista.
No sólo los jóvenes se motivan entre ellos para salir a votar, los políticos, sobre todo los demócratas, también están convocando a quienes pueden ejercer su derecho al sufragio por primera vez.
En este sentido, el expresidente Barack Obama dijo en uno de sus últimos discursos que la única solución a los problemas de la sociedad estadounidense es que los ciudadanos salgan a votar en las próximas elecciones intermedias, en especial las generaciones más jóvenes.
“Puedes ser la generación que en un momento crítico se puso de pie y nos recordó lo valioso de este experimento llamado democracia”, aseguró el expresidente hace un mes en la Universidad de Illinois, donde aceptó un premio que reconoce la ética gubernamental
El demócrata agregó que la mayoría de votantes estadounidenses en la actualidad son jóvenes y es por eso que en ellos radica la posibilidad de un cambio.
“Puedes asegurarte de que Estados Unidos salga del hoyo en que se encuentra. Si realmente te importa, tienes el poder para crear un mejor futuro, pero para ejercer esa influencia tienes que aparecer en las elecciones”, concluyó el exmandatario.
¿Cuál es la meta?
Los jóvenes pueden romper con los altos niveles de abstencionismo porque ya se están organizando y escuchan las voces de quienes dicen que ejercer el derecho al sufragio es importante para lograr cambios, sin embargo, la meta a superar es muy grande.
Estados Unidos es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde la afluencia de votantes es más baja. En las primeras elecciones de Obama, votó sólo el 57 por ciento de los ciudadanos que podían hacerlo; en las de 2012, bajó hasta el 54.9 por ciento, y en 2016, 55 por ciento de los ciudadanos tacharon una boleta. Hay que remontarse a 1968 para encontrar algún dato por encima del 60 por ciento.
Además, las elecciones intermedias usualmente tienen menos participación que las presidenciales. En vez de 50 por ciento, alrededor del 40 por ciento de los ciudadanos van a las urnas en las intermedias, de acuerdo a los datos del gobierno estadounidense
El analista político Juan Pablo Galicia menciona que los niveles altos de abstencionismo se deben a que los ciudadanos de Estados Unidos se tienen que registrar antes de votar y los cierres de las inscripciones a las elecciones tienen diferentes fechas en cada estado. Ante estos trámites burocráticos, muchas personas prefieren no acudir a las urnas.
“El hecho de que haya trámites previos antes de poder ejercer el voto, siempre limita el que toda la gente acuda a las elecciones”, argumenta el analista.
Además, Galicia menciona que las elecciones intermedias son las que cuentan con menor participación porque no tienen el componente de competitividad ni se discute el próximo proyecto de gobierno del país como lo es en las presidenciales.
En las próximas elecciones intermedias, los estadounidenses votarán para suplir a los legisladores de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 lugares en el Senado.
Además, 36 gobernadores son elegidos durante las intermedias de este año. Muchos estados también eligen oficiales a sus legislaturas y gobiernos estatales.
Sobre la capacidad de los jóvenes para romper el abstencionismo, Galicia considera que no existe una figura de liderazgo en el partido demócrata para anclar un llamado generalizado a las elecciones.
“Algunos se registrarán y votarán, pero es poco probable que sea la mayoría de los jóvenes porque falta un líder en los demócratas”
A pesar de que no será fácil, los jóvenes estadounidenses pueden romper con la tradición abstencionista de Estados Unidos. Las organizaciones juveniles prometen convertirse en una fuerza que saldrá a las calles el próximo 6 de noviembre para transformar la realidad mediante el voto.