Hijos de Lady Di la recuerdan a 20 años de su muerte
Los príncipes no derramaron ni una sola lágrima cuando aparecieron en público unos días después de la muerte de su madre
Los príncipes Guillermo y Enrique aseguraron en un nuevo documental que piensan todos los días en su madre, la princesa Diana, a 20 años de su inesperada muerte en un trágico accidente de auto en París en 1997.
Los príncipes Guillermo y Enrique, quienes al momento de su sorpresiva muerte tenían 15 y 12 años respectivamente, afirmaron que estaban “en estado de conmoción” los días subsecuentes a la noticia.
Los príncipes no derramaron ni una sola lágrima cuando aparecieron en público unos días después de la muerte de su madre para agradecer las muestras de afecto en medio de montañas de flores que se apilaron en las afueras del Palacio de Kensington.
Guillermo, duque de Cambridge, explicó que estaban “en estado de conmoción” y cumpliendo su “deber público” de salir y saludar a las multitudes que se dieron cita en el Palacio de Kensington.
“Tenía que haber un equilibrio entre deber y vida privada”, señaló el príncipe Guillermo, de 35 años de edad.
Confesó, sin embargo que el día del funeral cuando los príncipes caminaron detrás del féretro de su madre hacia la Abadía de Westminster “lo único que quería era estar en mi habitación”.
“Estaba caminando detrás del féretro de mi madre, cuando todo lo que quería era estar en mi habitación y llorar”, dijo el príncipe heredero.
Agregó que se sentía “como si (Diana) estuviera caminando junto a nosotros para ayudarnos”, externó.
En el documental “Diana 7 Días” de la BBC, que explora los días subsecuentes a su muerte, el príncipe Enrique, de 32 años de edad, dijo que no sabe si ser parte del cortejo fúnebre “fue lo correcto o no, pero me da gusto haberlo hecho”.
En emotivas declaraciones ambos príncipes culpan de manera directa a la prensa que persiguió a la princesa como una “jauría” a todas partes y el príncipe Guillermo dijo que muchas veces la vio llorar debido al acecho de los fotógrafos.
El documental muestra el llanto incontrolable de la multitud que abarrotó la avenida The Mall que conduce al Palacio de Buckingham, la residencia oficial de la reina Isabel II, y el paso del cortejo fúnebre que fue visto por millones de personas en la televisión.
Durante la ceremonia en la Abadía de Westminster cuando Elton John interpretó el tema “Candle in the Wind”, fue un momento emotivo para el príncipe Enrique, quien estuvo a punto de llorar.
“Casi me hace llorar en público, pero me alegra no haberlo hecho”.
Esta es la segunda ocasión en que los príncipes deciden hablar abiertamente sobre su madre para dar su propio recuento de los hechos en documentales para la televisión británica.
“Aún siento su calidez 20 años después. Es un gran testimonio para ella”, dijo el príncipe Guillermo.
La hermana de la princesa Diana, lady Sarah McCorquodale, de 62 años de edad, afirmó que nunca entenderá por qué Diana no traía puesto el cinturón de seguridad.
“Religiosamente se ponía su cinturón de seguridad. ¿Por qué no se lo puso aquella noche? Nunca lo sabré”, se preguntó su hermana.
Por su parte, el conde Charles Spencer, hermano de la princesa, culpó a la prensa y a los fotógrafos que persiguieron a Diana hasta el Puente del Alma en París.
“¡Qué estupidez! Mataron al ganso que les estaba poniendo los huevos de oro”, comentó el aristócrata británico en el nuevo documental.
La muerte de la princesa sigue siendo objeto de estudio y polémica en la prensa liberal y conservadora en el marco del XX aniversario de su muerte.
La escritora británica Hilary Mantel, autora del bestseller “Wolf Hall”, aseguró que Diana fue una “creación colectiva” y por ello fue también una “posesión colectiva”.
“Diana fue explotada por dinero, por emoción, por pitorreo. No fue una santa ni una rebelde que necesite de nuestra ayuda póstuma”, criticó Mantel.
En su columna en el diario liberal The Guardian, Mantel aseguró que “era una mujer joven de escasos recursos personales que pensaba que nadaba con delfines, cuando en realidad nadaba con tiburones”.
Lady Di falleció el 31 de agosto de 1997 en un accidente automovilístico en París, a la edad de 36 años, junto a su pareja, el millonario Dodi Al-Fayed, en un acontecimiento que conmovió a la opinión pública británica.