Dictadura Ortega-Murillo aislada del mundo: Dora María Téllez
Managua, 30 Abr (Notimex).- La dictadura familiar de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua se encuentra aislada en el país y el mundo, y solo se sostiene por la represión y la violencia, afirmó en entrevista exclusiva la excomandante guerrillera Dora María Téllez. Téllez, una “histórica” dirigente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), […]
Managua, 30 Abr (Notimex).- La dictadura familiar de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua se encuentra aislada en el país y el mundo, y solo se sostiene por la represión y la violencia, afirmó en entrevista exclusiva la excomandante guerrillera Dora María Téllez.
Téllez, una “histórica” dirigente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), destacó en diálogo telefónico con Notimex que en la actualidad se les enfrenta con la lucha cívica, porque la vía armada está descartada. También destacó el papel de la juventud, que ha pagado un “precio muy elevado”.
La exjefa guerrillera hizo un amplio balance a un año del estallido de la protesta social contra el gobierno de Ortega, quien como respuesta ha recurrido a una violenta represión que ha dejado más de 400 muertos, unos mil encarcelados, decenas de desaparecidos y 60 mil exiliados, según recuentos extraoficiales.
Dora María Tellez analizó el difícil camino que vuelve a vivir el pueblo nicaragüense ahora que la vieja consigna ha migrado de ¡Patria Libre o Morir! a ¡Patria Libre y Vivir! También habla de la posición que espera de México. A continuación la entrevista.
NTX.- A un año del estallido de la presión social para deponer al gobierno de la pareja presidencial Daniel Ortega y Rosario Murillo, ¿cuál sería el balance político, las enseñanzas y los errores de este proceso?
Dora María Téllez (DMT).- Creo que el balance de un año de lucha cívica por libertad, democracia y justicia, es positivo, pues, a la fecha, la dictadura de la familia Ortega Murillo se encuentra completamente aislada en el país, solo impuesta mediante la represión y la fuerza.
También se encuentra aislada en el mundo, pues se ha entendido que el régimen ha cometido y ejecutado graves violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses.
El régimen se encuentra en completa crisis, aunque aún rechaza la búsqueda de una salida que pasa por la liberación de los presos políticos, el cese de la represión y las violaciones a los derechos humanos.
También elecciones adelantadas y reformas electorales para asegurar que sean limpias, transparentes e incluyentes y el establecimiento de acciones para procurar justicia a las víctimas de sus crímenes y represión.
En este año, la juventud ha jugado un papel esencial en la lucha cívica, en la protesta en la calle, en la resistencia. También ha pagado un precio muy elevado por ello. Una gran parte de los asesinados eran jóvenes estudiantes de secundaria, trabajadores o de estudios universitarios.
Los nicaragüenses tratamos de enfrentar este nuevo desafío mediante la lucha cívica, alejándonos del patrón de guerra civil o lucha armada. Eso constituye, en sí mismo, un aprendizaje fundamental para la sociedad nicaragüense y sienta las bases para un proceso de reconstrucción democrática del país.
La otra importante experiencia es la de la unidad de las distintas fuerzas y sectores sociales, que más allá de sus diferencias e intereses particulares, estamos coincidiendo en objetivos y métodos.
La Unidad Nacional Azul y Blanco es una expresión de esa suma de fuerzas y esfuerzos, una construcción democrática que agrupa a decenas de organizaciones y movimientos que ya existían o que se han formado en este período.
Por otra parte, en el plano internacional, se ha comprendido que la naturaleza del régimen es represiva y que para lograr que se siente en la mesa de negociación para buscar una solución, requiere de sanciones que le hagan saber que no tiene margen para ganar tiempo, seguir reprimiendo o reciclando la dictadura.
NTX.- ¿Cómo caracterizaría al gobierno Ortega-Murillo que se dice cristiano, solidario y socialista, luego de la violenta represión contra la oposición y contra todo lo que atente contra el status quo?
DMT.- El régimen es una dictadura dinástica en cuya cabeza está el matrimonio de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y en las posiciones claves se encuentran miembros de la familia, como es el caso del jefe de la Policía, consuegro de Ortega.
Durante años, los Ortega-Murillo ha copado y alineado todas las instituciones y las expresiones del poder del Estado, han confiscado o cerrado medios de comunicación y creado su propio engranaje mediático para “vender” una imagen fantasiosa y falsa de la realidad nicaragüense.
Todo, incluyendo el sistema judicial, electoral, las municipalidades y la totalidad de las instituciones han estado al servicio de la familia Ortega y sus intereses.
Los Ortega-Murillo utilizaron los fondos de la ayuda venezolana para construir un grupo económico poderoso y multimillonario que ha usado el control del Estado para favorecer sus negocios, mediante la corrupción en una escala sin precedentes.
Se trata pues, no solamente de una familia que ejerce el poder de manera dictatorial y ejerciendo una brutal represión, sino un grupo mafioso que acumula poder económico a costas del empobrecimiento del pueblo nicaragüense.
NTX.- ¿Qué papel deberían jugar en esta coyuntura los sectores que aún se consideran sandinistas, pero no partidarios del régimen?
DMT.- En estos meses, miles de sandinistas se han volcado a la lucha cívica contra la dictadura Orteguista. Decenas de ellos se encuentran presos en las cárceles y muchos asesinados habían tenido también una participación en la lucha contra la dictadura somocista.
Al lado de la dictadura han permanecido sectores que llamamos orteguistas, cuya identidad es absoluta e incondicional con la familia dinástica.
Pero alguien que se considere sandinista debe, sin duda, oponerse a esta dictadura, junto al resto del pueblo.
NTX.- ¿La juventud y los estudiantes serían la nueva vanguardia del movimiento popular o ya no deben existir vanguardias?
DMT.- El movimiento popular nicaragüense es actualmente plural. La juventud, los estudiantes, el movimiento campesino, las feministas, organizaciones comunitarias y sociales, las personas que se denominan “auto convocadas” son expresión de la riqueza de un movimiento social amplio, al que también se han sumado las asociaciones de familiares de presos y de familiares de asesinados, y en las últimas semanas una organización de excarcelados.
No se puede hablar de vanguardia, menos aún en el concepto de los años 60 o 70. Pero, sin duda, se puede hablar que ha correspondido a los jóvenes, mujeres y hombres, estar al frente de la lucha cívica en el país.
NTX.- ¿Qué papel deberían tener ahora y en el futuro las personalidades como usted que jugó uno de los principales roles en la lucha insurreccional de los años 70 que llevaron al poder al FSLN?
DMT.- Cada persona decide el papel que desea jugar. Creo que lo que corresponde a quienes lucharon contra la dictadura somocista es luchar contra esta nueva dictadura. Eso es lo que me parece esencial.
NTX.- ¿Cuál es el papel de la mujer en este proceso de cambio de la sociedad nicaragüense, en los 70 pieza fundamental en la guerrilla y en el proceso revolucionario del 19 julio del 79 hasta 1990?
DMT.- La lucha cívica ha mostrado un vasto contingente de mujeres de diversas generaciones con grandes capacidades y cualidades que están ejerciendo un liderazgo clave en el país y que se manifiesta en todos los ámbitos. Creo que se trata de un liderazgo esperanzador que tendrá un papel beligerante y decisivo en los próximos años.
NTX.- ¿El gobierno mexicano podría jugar un posible papel de intermediación en la solución del conflicto que enfrenta Nicaragua?
DMT.- México es miembro del Grupo de Trabajo para Nicaragua, organizado en la OEA. En ese contexto, esperamos del gobierno mexicano que continúe pronunciándose, como lo venía haciendo, contra las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de los Ortega-Murillo.
Esperamos también que se sume a los gobiernos que están activamente promoviendo la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a la dictadura, que se niega a buscar una solución al conflicto en el país.
El problema actual es la negativa del régimen de Ortega a comprometerse con una salida negociada que está siendo apoyada por el Vaticano y el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El régimen ha firmado dos acuerdos: uno de liberación de presos políticos y otro para restablecer los derechos y garantías constitucionales de los nicaragüenses. A la fecha, el gobierno de Ortega ha incumplido con lo que se comprometió.
La gestión del gobierno de México para que el régimen de Ortega cumpla los acuerdos a los que se comprometió sería muy importante. Así como su gestión para lograr elecciones adelantadas, justas y transparentes, y sentar las bases del logro de justicia.
-Fin de nota-
NTX/I/FJ/SBE/