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Viernes 22 de Noviembre 2024

Corea del Norte podría dar la bienvenida a Trump con prueba nuclear

 

Corea del Norte estaría preparando el lanzamiento de una nueva prueba nuclear a comienzos del próximo año, como una forma de bienvenida al futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denunciaron hoy fuentes oficiales surcoreanas. El Instituto para la Estrategia de la Seguridad Nacional de Corea del Sur (INSS, según sus siglas en inglés) denunció […]


Corea del Norte estaría preparando el lanzamiento de una nueva prueba nuclear a comienzos del próximo año, como una forma de bienvenida al futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denunciaron hoy fuentes oficiales surcoreanas.

El Instituto para la Estrategia de la Seguridad Nacional de Corea del Sur (INSS, según sus siglas en inglés) denunció este miércoles que la vecina del norte podría elevar la tensión una vez más a comienzos de 2017 con ensayos nucleares y de misiles, mientras Trump asume el poder.

En un informe, la dependencia destacó que es “altamente posible” que en la primera mitad del año, Corea del Norte lleve acabo sus “provocaciones”, incluido un ensayo nuclear junto con los lanzamientos de misiles, que desaten mayores confrontaciones y afecten las relaciones intercoreanas.

El INSS destacó que Pyongyang podría realizar una prueba nuclear, en particular, entre los dos primeros meses del año, cuando se celebren los principales aniversarios del país comunista, como el cumpleaños del líder Kim Jong-un, y de su difunto padre, Kim Jong-il.

El instituto expresó su preocupación de que dichas provocaciones den como resultado una mayor presión diplomática con la administración de Trump, elevando las tensiones y provocando una nueva crisis nuclear en la región, según reporte de la agencia informativa surcoreana Yonhap.

En su reporte, el INSS destacó que el líder del régimen comunista podría realizar una ofensiva pacífica, tratando de dialogar con Corea del Sur y Estados Unidos en la segunda mitad del año, pero, en caso de que no obtenga resultados, podría tomar nuevamente “medidas provocativas”.

El 9 de septiembre pasado, la República Popular Democrática de Corea (RPDC), nombre oficial de Corea del Norte, realizó su quinta prueba nuclear, provocando una firme condena de la comunidad internacional.

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas adoptó en noviembre pasado una nueva serie de sanciones destinadas a restringir el acceso de dinero al Corea Norte, que podría ser utilizado para el desarrollo de sus programas nucleares y de misiles.

Los gobiernos de Seúl y Washington han advertido que no habrá diálogos con Pyongyang hasta que el régimen comunista demuestre su sincero compromiso hacia la desnuclearización y garantice la estabilidad en la península, aunque hasta ahora sigue firme en continuar son su pruebas.

De hecho, Corea del Norte rechazó este miércoles una reciente declaración de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que instó a Pyongyang a abandonar sus ambiciones nucleares, afirmando que no es un asunto de interés de la Alianza Atlántica.

A través de la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, según sus siglas en inglés), el régimen recordó que la misión de la OTAN es defender la paz y la seguridad en la región del Atlántico Norte, por lo que no debería “meter su nariz en el asunto coreano, que no le compete”.

Corea del Norte no emitió ninguna amenaza en su declaración contra la Organización, como suele hacerlo frecuentemente cuando se dirige a Corea del Sur o Estados Unidos, aunque la minimizó, afirmando que “ni siquiera comprende el asunto del que habla”.

La declaración fue emitida a una semana del Consejo del Atlántico Norte, el órgano superior de toma de decisiones de la OTAN, condenó “en los términos más fuertes posibles el continuo desarrollo de programas de nucleares y misiles balísticos por parte de Norcorea.

Pyongyang acusó a la OTAN de servir a Estados Unidos, afirmando que la declaración solo pretendía apoyar los esfuerzos de Corea del Sur y Estados Unidos por derrocar al régimen norcoreano.

“LA OTAN, un organismo privado de independencia que está en manos de las fuerzas títeres surcoreanas, no debería decir esto o aquello acerca de la RPDC ya que no conoce la esencia del asunto, sería mejor que dejase de acosar la paz y la seguridad internacional”, subrayó la KCNA.