Caso Khashoggi separa gobiernos
La administración de la Primer Ministra alemana confirmó la paralización total del suministro de armas a Arabia Sudí como consecuencia del asesinato del periodista
La relación entre Alemania y Arabia Saudí está en descenso. El caso del periodista Jamal Khashoggi ha causado que el gobierno del rey Salman bin Abdulaziz sea castigado por parte de múltiples países. La administración de la Primer Ministra Angela Merkel no dudó en reforzar sus represalias.
Este lunes, el gobierno de Alemania confirmó la paralización total del suministro de armas a Arabia Saudí como consecuencia del asesinato de Khashoggi, quien dejó de ser visto el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Turquía.
Además, un portavoz del gobierno de la Primer Ministra aseguró a la prensa que Alemania implementará sanciones contra 17 personas de origen saudí por su presunta implicación en el crimen.
17 saudíes recibirán sanciones por parte de Alemania al estar involucrados en el caso
Hasta ahora, la administración alemana se había abstenido de expedir nuevas licencias para armas y había anunciado un examen de los permisos de exportación ya concedidos.
El pasado 21 de octubre, la canciller Merkel anunció sus primeras represalias en contra de Arabia Saudí.
“Primero, condenamos este acto en los términos más contundentes. Segundo, hay una necesidad urgente de aclarar los sucedido y todavía estamos muy lejos de saberlo (…) En lo que respecta a las exportaciones de armas, éstas no pueden ocurrir en las presentes circunstancias”
La funcionaria alemana había iniciado su relación con el rey saudí días antes de comenzar a desvanecerla.
El 20 de septiembre Merkel había aprobado una venta de armas a Arabia Saudí, donde enviaría en primera instancia cuatro sistemas de posicionamiento de artillería.
Cuando Berlín anunció sus primeras represalias, no lo hizo solo, sino con la colaboración de dos naciones más: Reino Unido y Francia.
20 de septiembre Alemania había aceptado una venta de armas a Arabia Saudí
A través de un comunicado conjunto, los tres gobiernos tacharon de injustificable el asesinato del colaborador del diario estadounidense The Washington Post. Más tarde, se le sumó Canadá, el 16 de noviembre pasado.
Aunque el rey y su heredero, el príncipe Mohamed bin Salman, han negado que estén involucrados en la muerte de Jamal, ha sido la misma Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, la que señaló a Mohamen bin como presunto líder del crimen.