Agresor de París se dice “soldado del califato”
El agresor de un agente de policía del atrio de la catedral de Notre Dame afirmó ser un “soldado del califato”; no se especifica si del grupo terrorista Estado Islámico (EI), reportaron fuentes de la investigación.
El individuo afirmó que atacó al agente por la situación en Siria, informaron fuentes oficiales francesas. Señaló, al atacarle, “esto es por Siria”, declaró a la prensa el ministro del Interior (Gobernación), Gerard Collomb.
Según las fuentes, el individuo es de nacionalidad argelina y residía en Francia legalmente con un permiso de estudiante.
El hombre, de alrededor de 40 años de edad, no estaba fichado por la policía, de acuerdo con los primeros reportes.
Según el máximo responsable de la seguridad en Francia, el ministro Bertrand Collomb, el hombre que atacó a un agente con un martillo y fue herido en las piernas por disparos de otro agente, no actuó solo cuando cometió la agresión.
El ataque ocurrió alrededor de las 16:30 horas locales. Testigos reportaron un gran número de patrullas que ocupó la isla de la Cité, en medio del río Sena, un área muy popular entre los turistas.
El sospechoso fue trasladado a un hospital luego de recibir varios disparos por un agente de policía que le apuntó al ver que atacaba con un martillo a uno de sus compañeros en la parte exterior de la catedral de Notre Dame.
Los agentes balearon al hombre en el tórax después de que los amenazó con el martillo y se negó a detenerse, según la agencia Reuters.
El policía lesionado, de 22 años, fue herido levemente en el cuello de acuerdo con reportes oficiales sobre el caso, sobre el que la fiscalía antiterrorista abrió una investigación y que provocó el cierre de la catedral de Notre Dame con centenares de personas en su interior.
La portavoz de la diócesis de París, Karine Dalle, precisó ante BDM TV que 900 personas se encontraban al interior de la catedral mientras la policía aseguraba el área después del ataque.
La seguridad en París continúa en alerta después de los ataques de extremistas islámicos que han asolado al país galo en los últimos años, varios contra policías y personal de seguridad.
Desde comienzos de 2015, han muerto 230 personas en atentados.