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Viernes 22 de Noviembre 2024

A la caza de conductor. Policía alemana intensifica búsqueda de atacante; ofrecen recompensa

 

Ofrece fiscalía recompensa de hasta 100 mil euros


La policía alemana intensificó hoy la búsqueda del conductor de un camión –un hombre tunecino– que arrolló a decenas de personas en un mercado navideño de Berlín, dejando 12 muertos y 48 heridos, tras emitir anoche una orden de detención europea.

El tunecino está siendo buscado en Alemania y en el espacio Schengen (el área que comprende a 26 países europeos que han abolido los controles fronterizos en las fronteras comunes), informó a la prensa el ministro alemán del Interior, Thomas de Maiziere.

La Fiscalía Federal de Alemania ofreció este miércoles una recompensa de hasta 100 mil euros (poco más de 104 mil dólares) por cualquier información que conduzca a la captura del tunecino, el principal sospechoso que ha sido identificado como Amis Amri, de 24 años.

El Ministerio Público agregó que el tunecino mide 1.78 metros, pesa unos 75 kilogramos, tiene el pelo negro y ojos marrones, además tiene “lesiones” en nariz y cuello. “Cuidado, puede ser violento y estar armado”, advirtió.

Las sospechas se centran en Amri porque las autoridades alemanas encontraron su supuesto documento de identidad bajo el asiento del conductor del camión usado en el atentado, el cual fue reivindicado la víspera por el Estado Islámico (EI). El tunecino es buscado ahora en toda Europa.

Amri tiene seis alias, tres nacionalidades y vínculos con la misma rama del extremismo islámico que ha sumado al menos a 6 mil de sus compatriotas a redes yihadistas.

La policía antiterrorista tunecina interrogó el miércoles a familiares de Amri en el poblado de Oueslatia, en el centro de Túnez, dijo a la AP el vocero Sofiane Selliti, quien no señaló cuántos miembros de la familia estuvieron presentes.

El padre de Amri dijo a la estación de radio Mosaique FM, de Túnez, que su hijo salió del país hace aproximadamente siete años, pasó cuatro años en una prisión de Italia y se mudó a Alemania hace más de un año. Agregó que él no tenía contacto con su hijo, pero dijo que Amri sí se había comunicado con alguno de sus hermanos.

De acuerdo con la prensa italiana, el sospechoso desembarcó en 2011 en Italia, de donde fue expulsado tras cumplir una pena carcelaria por incendiar un centro de acogida en Lampedusa.

El hombre estuvo recluido en Catania y después en Palermo, la capital siciliana, por un total de cuatro años, luego de lo cual fue expulsado, pero su país de origen no lo aceptó y se trasladó a Alemania.

Según Ralf Jäger, jefe del Interior de Renania del Norte-Westfalia, el tunecino buscado estaba siendo vigilado por los servicios alemanes bajo la sospecha de “grave delito contra seguridad del Estado”, según el diario Deutsche Welle.

“Llamó la atención por sus contactos con el mundo islamista radical”, explicó Jäger, quien precisó que las autoridades le habían negado en junio pasado la solicitud de asilo, “pero el hombre no pudo ser deportado porque no tenía documentos de identidad válidos”.

Recordó que en agosto pasado las autoridades de Túnez negaron que fuera un ciudadano de ese país. “Casualmente, los papeles de las autoridades tunecinas llegaron hoy, algo que no quiero comentar”, manifestó Jäger.

A dos días del atentado, el gobierno alemán aprobó un proyecto de ley para reforzar la videovigilancia en lugares públicos, así como cámaras corporales para las fuerzas policiales y sistemas de lectura de matrículas de vehículos.