Infierno en la tormenta. Ahí nos vemos cocodrilo…
¿Qué pasaría si juntas a 2 personas con caimanes hambrientos en un sótano inundado, y en medio de un huracán categoría 5?
Por: Rogelio Segoviano
Luego de haber dirigido hace casi una década “Piraña” —en el naciente auge de las cintas 3D—, el prolífico cineasta francés Alexandre Aja regresa con “Infierno en la tormenta” (“Crawl”) a uno de sus gustos culposos: el llamado “cine de explotación” —en México bien podríamos decirle “cine palomero”—, que quizá no es el que más premios o prestigio le traiga, pero sí el que más les divierte hacer a muchos realizadores.
“Infierno en la tormenta”, que esta semana llega a la cartelera de nuestro país sin una gran campaña promocional y en medio de auténticos acorazados de Hollywood que sólo buscan imponer récords de taquilla, tampoco cuenta con relumbrantes estrellas ni espera acaparar la mayoría de las salas en los complejos de cine. Es un filme de perfil bajo que no invita a la reflexión y sólo pretende entretener durante una hora y media a los espectadores, y justo ahí es donde reside su principal virtud.
Mientras los grande estudios de Hollywood se empecinan en crear sagas, franquicias, secuelas, precuelas, universos expandidos, “remakes”, “reboots” y “spin-offs”, “Infierno en la tormenta” es concisa, breve, directa, efímera. Una película cuyo gran secreto es estar bien contada de principio a fin donde no hay vueltas de tuerca ni secuencias que tengan una segunda lectura.
De hecho, su argumento podría resumirse en poco más de una línea: un padre y su hija, que viven en pueblo de Florida cerca de un pantano, quedan atrapados en un sótano lleno de cocodrilos y en medio de un huracán categoría 5. Una inverosímil premisa que invita al absurdo y al desparpajo de esas películas palomeras que ya prácticamente no hacen los grandes estudios, donde no importa tanto el “qué dirán los críticos” ni los números en taquilla de los ejecutivos.
Ubicada en un punto medio entre la bizarra “Sharknado” y el suspenso de “Tiburón”, “Infierno en la tormenta” enfrenta a sus protagonistas a una serie de eventos cada vez más desafortunados: al primer cocodrilo se le sumará otro, luego otro, más tarde un tercero, un cuarto, un quinto…todo mientras que el sótano se inunda y en los alrededores parece darse cita un congreso de lagartos hambrientos.
Si bien es cierto que en varios pasajes la película recicla elementos ya vistos en infinidad de producciones recientes y no tanto (“Tiburón”, “Miedo profundo”, “Alligator”, “Tornado”, “Megalodón”, “Sharknado”), la combinación entre dos amenazas como la de un huracán y la de voraces y gigantescos caimanes, nos ofrecen una narración tan impactante en su despliegue de efectos visuales generados por computadora como eficaz en su elemental entramado dramático.
Bajo la dirección de Alexandre Aja, llega a la cartelera la que podría ser la película más palomera del año. La actriz Kaya Scodelario, protagonista de “Infierno en la tormenta”, logra construir a una heroína impensada, una nadadora a disgusto con su padre alcohólico, pero muy a tono con estos tiempos de empoderamiento femenino.
Todo apunta a que el próximo proyecto del director francés Alexandre Aja será una nueva versión del clásico de terror “Pesadilla en la Calle del Infierno”, la cual también será producida por su gran amigo el cineasta Sam Raimi.
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