Implantan primer marcapasos para perro en México
Un grupo de cerca de 14 especialistas en salud unieron sus conocimientos para el proyecto, la mascota recuperó calidad de vida y ahora esperan tanto documentar el caso para publicaciones especializadas en temas del mundo animal.
Trixie, una french poodle de 9 años, le latía poco el corazón por una bradicardia, un mal cardíaco que provoca insuficiencia. En su camino, sin embargo, se encontró con médicos humanos y veterinarios de Puebla que lograron implantarle el jueves pasado el primer marcapasos para un perro en México.
El acercamiento, recordó el cardiólogo intervencionista Juan Carlos Pérez – Alva, director del Instituto Cardiovascular de Puebla, surgió por la inquietud de ampliar estudios sobre males que afectan al corazón de animales y cuando ella y su familia llegaron al consultorio del veterinario Christian Martínez, se activó el plan.
Un grupo de cerca de 14 especialistas en salud unieron sus conocimientos para el proyecto, la mascota recuperó calidad de vida y ahora esperan tanto documentar el caso para publicaciones especializadas en temas del mundo animal, como abrir la posibilidad a otros tratamientos en que se conjunten conocimientos.
“Unos hicieron una cosa, otros, otra. Obviamente los veterinarios dedicados a sus cosas y finalmente nosotros, en específico el doctor Ulises Rojel fue el que terminó implantando el marcapasos con el doctor Carlos de la Fuente, ellos son los arritmiólogos, expertos en marcapasos, con técnica de humanos”, explicó.
Se trató de una cirugía de casi 5 horas realizada en el Instituto Cardiovascular para implantarle a la mascota un marcapasos de los que llegan a implantarse a bebés humanos. Con la experiencia de los médicos en el proceso, lo que más tiempo les llevó fue todo lo relacionado con la anestesia del paciente.
Con la cirugía, comentó Pérez – Alva, se logró que ahora Trixie esté mucho más activa, pero sobre todo se lograron aprendizajes para ambos grupos de médicosgracias al intercambio de la formación y conocimientos con los que cada uno cuenta.
Los médicos humanos, detalló, aportan por un lado las técnicas que ya aplican, pero de los veterinarios a ellos les toca aprender que finalmente toda vida es importante y que, en el caso de los animales, estos tienen su propio valor.
“Esto fue realmente muy bonito porque es la primera vez que se hace en este país, nunca se había hecho y creemos que esta combinación de voluntades, todo fue gratuito y eso es importante, toda fue una programación gratuita y todas las voluntades que se sumaron, tanto de los veterinarios, como los cardiólogos de humanos resultó en que todo fuera bueno”, explicó.
La relevancia, explicó Pérez – Alva, radicó por un lado en que esto se hace en países de Europa, Estados Unidos y hay un antecedente de esta cirugía en Colombia, sin embargo en el caso de México ellos son los pioneros.
Por otro lado este primer paso abre la posibilidad al tratamiento de otros males cardiacos que también sufren los pacientes de los veterinarios y que podrían atenderse con los avances médicos que se han alcanzado para los humanos.
