¿Por qué las cancelaciones ya no son ajenas a Netflix?
El CEO de Netflix ya ha advertido que las cancelaciones continuarán en la plataforma, pues son necesarias para el éxito de la compañía
El mundo de los seriadictos sufrió un severo revés la semana pasada, cuando Netflix hizo oficial su decisión de cancelar Sense8, una de sus producciones originales con mejores críticas; el público entendió por primera vez que las cancelaciones ya no eran ajenas a la plataforma.
Si bien Sense8 no es la primer serie cancelada por Netflix, si es la primera ocasión que la plataforma le dice adiós a un proyecto alabado extensamente por los críticos y el público, lo que hace suponer que la decisión no pasó por un mal desempeño.
Una noche antes de la cancelación de Sense8, el CEO de Netflix, Reed Hastings, dio una inusual entrevista para la cadena CNBC en la que explicó porqué las cancelaciones no sólo son saludables para la empresa, sino que son necesarias para el éxito de este servicio.
Lee: Netflix le dice adiós a Sense8; no habrá tercera temporada
Hastings, quien guarda casi como un secreto de estado las número de audiencia de Netflix, explicó que existen muchos factores al momento de cancelar una serie, incluyendo el número de espectadores, el crecimiento de los suscriptores y el presupuesto invertido.
De acuerdo con la revista TIME, la serie de las hermanas Wachowski está considerada como una de las más caras de la historia con un presupuesto promedio de 9 millones de dólares (mdd) por episodio, principalmente porque la producción se realiza en ochos ciudades distintas.
Además que la joya de la corona de Netflix, House of Cards, sólo utiliza 4.6 millones de dólares por episodio, es decir la mitad de lo que se invertía en Sense8, y la cual ha traído mayores dividendos para la compañía, incluso en el terreno de los premios.
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El alto presupuesto de Sense8 y las palabras de Hastings hacen suponer que el tema de la cancelación pasó más por un tema de rentabilidad, pues actualmente la única serie que soporta esa clase de gastos es el fenómenos mundial, Game of Thrones, con 10 mdd por episodio.
Hace algunos años, Netflix podía renovar sus series originales, casi automáticamente, aunque tuvieran bajos niveles de audiencia, pero hacer lo mismo ahora sería un suicidio económico, pues el número de contenidos originales de la plataforma crece cada semana.
Netflix tenía 16 series originales en 2015, el año pasado contaba con 31, pero para este 2017, la plataforma pretende cerrar con 70 contenidos originales, por lo que las renovaciones automáticas han quedado prácticamente descartadas.
Hace un par de años, por ejemplo, la serie de Netflix, Hemlock Groove, tuvo tres temporadas, aunque tiempo después el CEO de la compañía aceptó que esta historia de vampiros tenía muy bajos niveles de audiencia.
Como lo explicó Hastings en la entrevista del miércoles pasado, el crecimiento que ha tenido Netflix en los último años es, al parecer, el responsable de que la compañía haya adoptado una nueva política de cancelaciones para mantener un alto nivel en los contenidos y las finanzas.
Otras series en las que Netflix invirtió fuertes sumas de dinero y finalmente fueron canceladas son The Get Down, Marco Polo y Bloodline, mientras que series como Stranger Things y 13 Reasons Why han requerido menos presupuesto y han tenido mayor éxito.El mundo de los seriadictos sufrió un severo revés la semana pasada, cuando Netflix hizo oficial su decisión de cancelar Sense8, una de sus producciones originales con mejores críticas; el público entendió por primera vez que las cancelaciones ya no eran ajenas a la plataforma.
Si bien Sense8 no es la primer serie cancelada por Netflix, si es la primera ocasión que la plataforma le dice adiós a un proyecto alabado extensamente por los críticos y el público, lo que hace suponer que la decisión no pasó por un mal desempeño.
Una noche antes de la cancelación de Sense8, el CEO de Netflix, Reed Hastings, dio una inusual entrevista para la cadena CNBC en la que explicó porqué las cancelaciones no sólo son saludables para la empresa, sino que son necesarias para el éxito de este servicio.
Hastings, quien guarda casi como un secreto de estado las número de audiencia de Netflix, explicó que existen muchos factores al momento de cancelar una serie, incluyendo el número de espectadores, el crecimiento de los suscriptores y el presupuesto invertido.
De acuerdo con la revista TIME, la serie de las hermanas Wachowski está considerada como una de las más caras de la historia con un presupuesto promedio de 9 millones de dólares (mdd) por episodio, principalmente porque la producción se realiza en ochos ciudades distintas.
Además que la joya de la corona de Netflix, House of Cards, sólo utiliza 4.6 millones de dólares por episodio, es decir la mitad de lo que se invertía en Sense8, y la cual ha traído mayores dividendos para la compañía, incluso en el terreno de los premios.
El alto presupuesto de Sense8 y las palabras de Hastings hacen suponer que el tema de la cancelación pasó más por un tema de rentabilidad, pues actualmente la única serie que soporta esa clase de gastos es el fenómenos mundial, Game of Thrones, con 10 mdd por episodio.
Hace algunos años, Netflix podía renovar sus series originales, casi automáticamente, aunque tuvieran bajos niveles de audiencia, pero hacer lo mismo ahora sería un suicidio económico, pues el número de contenidos originales de la plataforma crece cada semana.
Netflix tenía 16 series originales en 2015, el año pasado contaba con 31, pero para este 2017, la plataforma pretende cerrar con 70 contenidos originales, por lo que las renovaciones automáticas han quedado prácticamente descartadas.
Hace un par de años, por ejemplo, la serie de Netflix, Hemlock Groove, tuvo tres temporadas, aunque tiempo después el CEO de la compañía aceptó que esta historia de vampiros tenía muy bajos niveles de audiencia.
Como lo explicó Hastings en la entrevista del miércoles pasado, el crecimiento que ha tenido Netflix en los último años es, al parecer, el responsable de que la compañía haya adoptado una nueva política de cancelaciones para mantener un alto nivel en los contenidos y las finanzas.
Otras series en las que Netflix invirtió fuertes sumas de dinero y finalmente fueron canceladas son The Get Down, Marco Polo y Bloodline, mientras que series como Stranger Things y 13 Reasons Why han requerido menos presupuesto y han tenido mayor éxito.