Músico Vicente Santiago agradece la vida en el circo
* Recordó el paso de su familia desde los años 20 en este tradicional espectáculo Por Aura Fuentes México, 29 Abr (Notimex).- El músico Vicente Santiago Ramírez, quien proviene de una familia que trabajó en el circo, descartó que para los niños sea complicado crecer en estos lugares y al contrario, se vuelve parte de su […]
* Recordó el paso de su familia desde los años 20 en este tradicional espectáculo
Por Aura Fuentes
México, 29 Abr (Notimex).- El músico Vicente Santiago Ramírez, quien proviene de una familia que trabajó en el circo, descartó que para los niños sea complicado crecer en estos lugares y al contrario, se vuelve parte de su vida de la cual aprenden mucho.
“Los jóvenes líderes en educación comunitaria para el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) han dicho que los niños de circo son otra cosa, que son muy despiertos, sin menosprecio general de la población de la niñez, están mucho más abiertos a los conocimientos que un pequeño común de ciudad”, indicó.
Santiago Ramírez, coordinador y asesor general de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circos Mexicanos A.C. (Uneac), indicó en entrevista con Notimex que esta tradición se hereda de abuelos a padres, y de padres a hijos, por lo que suelen ser de entre cuatro y cinco las generaciones que llevan una vida ahí.
Contó que muchas mujeres llegan a casarse con hombres que no pertenecen a los circos, sino a los pueblos o ciudades que visitan, por lo que los esposos prefieren seguirlas y unirse al circo el cual termina volviéndose parte de su vida.
“También se han casado mujeres de circo y se van a radicar con sus esposos, pero al poco tiempo regresan porque no pueden vivir en otro ambiente”, añadió Vicente.
En su caso, contó que su abuelo paterno fue el director de la banda orquesta, como se le denominaba al grupo musical que amenizaba las funciones entre los años 20 y 30, del primer circo de los Hermanos Vázquez, mientras que su papá tocaba las percusiones.
“Después murió mi abuelito y mi papá siguió con la misma tradición, anduvo en el Circo Carnaval Beas Modelo, de Don Francisco Beas, que fue el más grande en su tiempo, traía dos máquinas y su tren propio para que viajaran los artistas y todo el equipo del circo, fue el primero que trajo la montaña rusa rodante itinerante”, recordó.
Vicente confesó que era un niño muy inquieto, por lo que al terminar de estudiar la secundaria lo llevaron a tocar la batería en el circo, aunque admitió que él quería seguir estudiando, y cuando su papá, quien en ese entonces tocaba la trompeta, se enfermó, él también aprendió a tocar la trompeta.
Posteriormente, su familia decidió viajar a la Ciudad de México debido a los malestares de su padre, lo cual aprovechó Vicente para continuar sus estudios y concluyó la carrera de Contaduría; sin embargo, nunca se despegó del circo y aunque se retiró de la música, ahora representa en su despacho a 44 circos, mientras que con la Uneac lleva colaborando 27 años.
“Es muy bonita la vida del circo, aunque yo definitivamente preferí retirarme porque pensaba que ahí no iba a poder hacer nada, no por menosprecio al circo, sino porque quería seguir estudiando”, confesó.
Destacó que parte de los logros de la Uneac es que consiguieron maestros para los niños del circo, por lo que gracias a la Conafe hay escuelas rodantes, beneficios que incluso se extendieron a los que no son parte de la Asociación, debido a que la educación es un derecho, por lo que, a nivel nacional, los maestro van a donde sea que vaya el circo.
Aunque Vicente consideró que la música es un elemento fundamental y que da vida al circo, tal fue el caso del Circo Hermanos Vázquez, el cual contaba con ocho o nueve músicos, y es de los últimos en contar con orquesta, indicó que ya casi no hay músicos en vivo porque el circo atraviesa por una situación muy crítica.
Libro para preservar la tradición
Desde hace dos años, la Uneac lanzó un ejemplar denominado El circo, patrimonio cultural, un trabajo que les tomó mucho tiempo recopilar, en el que participó gente preparada de la asociación, y que incluye un disco compacto con material sintetizado en torno al circo en México.
“Se encuentra conocimiento de la vida del circo, su historia, su pasado, su época mediana y la época actual, entonces eso es muy importante para dar a conocer, se quiso hacer esto en forma sintetizada porque los mexicanos no estamos acostumbrados a leer, entonces haciendo un volumen grueso aburre y lo hicimos a propósito en un tomo bastante sencillo”, explicó.
Detalló que se mandó a hacer con una empresa particular, y se aprecia el trabajo manual, ya que el libro y el disco van dentro de una caja, lo cual le da una vista mucho mejor, por lo que de momento solo se solicita sobre pedido, pero contemplan realizar un tiraje mayor.
Agregó que se puso a la venta entre la Uniac, integrada por alrededor de 40 personas, para poder recabar fondos y seguir con sus labores, ya que sesionan el primer jueves de cada mes, aunque admitió que son complicadas las reuniones porque acuden personas de ciudades de todo el país como Saltillo, Tampico y Ciudad del Carmen.
“En esas reuniones, como dice el giro de la asociación, procuramos el mejoramiento social, moral y cultural, así como defender los derechos comunes de todos y cada uno de sus asociados, dentro de eso cabe mencionar que hemos estado con Protección Civil que nos piden muchos requisitos para poder instalar una carpa y acabamos de ir hace poco para que nos renueven una recomendación”, expuso.
Asimismo, que también han logrado la regularización de los remolques, que en 1991 los querían quitar por decreto presidencial, no obstante, se logró que la asociación, por medio de algunos políticos de ese entonces, se consiguió.
“También estamos en trabajos con la Comisión Federal de Electricidad porque ya en la ciudades, los municipios y en las capitales, dicen que no hay servicio de luz eléctrica para los circos y eso es una aberración, los circos se alumbran con las plantas de luz, la contratación del servicio de energía eléctrica es exclusivamente para las casas rodantes”, relató.
Por ello, solicitarán que les den la tarifa uno, que es la doméstica, ya que en su caso les quieren dar la licencia comercial que resulta muy cara; además de otros requisitos que les piden, como un medidor, pero “para cuando van a ponerlo ya se fue el circo, después de ocho o 15 días”, alertó.
Santiago Ramírez consideró que ahora que el circo busca que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) inscriba a la actividad circense como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sería un gran paso para que la gente los conozca y, sobre todo, les den facilidades para trabajar.
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NTX/AFG/LMC