El reto del joven Holland de ser Spider-Man
En su faceta de adolescente, el personaje se acerca a una generación más joven y deja atrás a una franquicia que marcó tendencia
AUTOR DEL TEXTO ORIGINAL EN REPORTE INDIGO: HIDALGO NEIRA
Peinado de manera impecable, con un halo de coolness y buena onda, portando unos tenis Jordan e indumentaria que le hace galán millennial, Tom Holland atendió a la prensa mexicana en su reciente visita al país, con motivo de promocionar su más reciente película “Spider-Man: de regreso a casa” (2017), cinta que protagoniza.
Durante su encuentro con los medios se le planteó al chico el escenario hipotético en el que Donald Trump fuese un villano que ataca Nueva York y se le cuestionó sobre cómo lo podría combatir Spider-Man, pero el chico inglés prefirió cambiar de tema.
“Eso no va a lugar con la película, siguiente pregunta”, dijo Holland cambiando el tono amigable que tenía, en entrevista para Reporte Indigo.
El joven de 21 años de edad es la tercera persona que encarna al héroe arácnido en 10 años, luego de que despegara la franquicia que empezó con Tobey Maguire y que se ha visto accidentada desde el paso de estafeta a Andrew Garfield.
La nueva cinta dirigida por Jon Watts (quien con este lleva apenas tres largometrajes) forma parte del Universo Cinemático de Marvel y se estrena el 6 de julio en México.
El traje de la discordia
Acompañado en la entrevista de su coprotagonista Laura Harrier, quien debuta en cine como Liz Allan, Holland habló del peso que supone portar el traje de Spider-Man y de interpretar a Peter Parker, sobre todo cuando dos grandes actores ya se enfrentaron a esa responsabilidad en menos de una década.
“Creo que la presión más grande para mi es que estoy siguiendo a dos personas que interpretaron a este personaje tan bien y además en tan diferentes maneras. Una parte para mi era que si me iba a volver Peter Parker, tenía que ir por otra ruta distinta pero tratar que se le relacione como sea posible, pero también hacer un homenaje a los primeros dos Spider-Man”, comentó el actor.
Como parte de su buena voluntad, además de promocionar el filme, Tom ha acudido a varios hospitales personificando al héroe para animar a los niños que padecen distintas enfermedades.
“Creo que es muy importante porque todos preguntan siempre ‘¿cómo es ser un superhéroe? Pero la pregunta debería ser realmente hecha a los voluntarios en los hospitales. Es muy divertido para nosotros poder hacer algo bueno con la oportunidad que nos han dado y para mi esa es la parte favorita de ser Spider-Man”, dijo.
Liz Allan: la otra media naranja
Los romances de Peter Parker son regularmente opacados por Mary Jane Watson y Gwen Stacy, al mero estilo de Verónica y Betty con Archie, pero para este reinicio se optó por empoderar a Liz Allan, mujer que en los cómics tiene presencia en la adolescencia del joven de poderes arácnidos y ahora es el nuevo interés amoroso de Parker.
“Es una chica que no hemos visto antes, es excitante interpretar a alguien nueva, ella es un personaje muy interesante y estoy emocionada de que la audiencia la conozca y ojalá les guste tanto como Mary Jane y Gwen”, detalló Harrier en la entrevista.
Acerca del empoderamiento que actualmente tienen las mujeres en Estados Unidos y cómo esto ha sido un contraste en la administración de Trump, la actriz titubeó un poco antes de responder, pero expresó que su personaje en el largometraje es una mujer de carácter.
“No lo sé… creo que Liz es una mujer fuerte también y creo que ella se podría considerar una feminista y alguien que tiene tanta igualdad y campo de juego como los hombres”, declaró Harrier.
Apadrinado por Iron Man
Jimmy Kimmel presentó en su programa a Tom Holland junto a Robert Downey Jr. (Tony Stark/Iron Man en las cintas de Marvel), y señaló que ésta es “la mejor película de Spider-Man”.
Además Downey Jr. aconsejó a Holland sobre cómo prepararse para sus papeles a futuro y discutieron de basketball, deporte que ambos admiran.
Filmando en Nueva York
Tom Holland confesó que de lo que más disfrutó en “Spider-Man: de regreso a casa” fue grabar en las calles de la Gran Manzana, específicamente en el barrio de Queens.
“Uno de los días más increíbles fue filmar en Queens, en Nueva York. Estaba a un lado de un edificio y teníamos 500 neoyorquinos desde la acera apoyándonos y animándonos y me di cuenta cómo es enorme este personaje y cuánta gente lo ama”, recordó el artista.
