www.efekto.tv
Jueves 21 de Noviembre 2024

En el caso del 68 “la verdad histórica sí existe”: José de Jesús Martín del Campo

José de Jesús Martín del Campo
 

Sus actuales oficinas como diputado local tienen vista al Zócalo de la Ciudad de México, la plaza por la que corrió hace 51 años. Ese 2 de Octubre de 1968, los militares venían tras de él. José de Jesús Martín del Campo escapó por la calle 5 de Mayo. Para, el ahora diputado local en […]


José de Jesús Martín del Campo

Sus actuales oficinas como diputado local tienen vista al Zócalo de la Ciudad de México, la plaza por la que corrió hace 51 años. Ese 2 de Octubre de 1968, los militares venían tras de él. José de Jesús Martín del Campo escapó por la calle 5 de Mayo.

Para, el ahora diputado local en la capital del país por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la disculpa pública que tiene que dar quien encabeza el Estado mexicano, ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador, aún no puede ser posible porque Luis Echeverría Álvarez, uno de los señalados como autor de la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas “sigue en puntos suspensivos”.

“El presidente López Obrador es partidario que se culmine con esta deuda. Si tiene que decir que asume lo del pasado, si tiene que decir una disculpa del Estado la da, pero como todavía está en proceso, en puntos suspensivos Luis Echeverría pues entonces nosotros estamos en espera de justicia (…) Echeverría es muy longevo ”, dijo Martín del Campo en entrevista para EFEKTO TV.

El diputado morenista, como sobreviviente del movimiento estudiantil de 1968, considera que Echeverría, expresidente de Mexico, representa la culpabilidad directa del ataque contra los jóvenes de aquella época, pues aunque en ese año era secretario de Gobernación en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, para junio de 1971 ordenó asesinar a estudiantes en el llamado Halconazo.

“Seguimos exigiendo justicia, todavía queda pendiente en el caso del 68 y el 71, el reconocimiento de culpabilidad de Echeverría. La memoria la hemos estructurado muy bien, hay abundantes datos, la verdad histórica aquí sí existe y sabemos que fue un crimen de Estado y la verdad legal es que se reconozca”.

“Echeverría ya no iría a la cárcel, ya está muy grande, está enclaustrado porque logramos arraigo, pero todos queremos el reconocimiento de culpabilidad. No es una venganza, hemos seguido todo el proceso pacifico de reclamo de justicia, castigo a los responsables todos lo pedimos”, refirió Martín del Campo.

Correr y escapar de los militares es uno de los recuerdos que el sobreviviente atesora, un recuerdo doloroso porque en la espera de la justicia muchos de los que se movilizaron con él, han muerto; sin embargo hay otros momentos que rememora de aquellos años en que recolectaba dinero para imprimir sus volantes… y la sonrisa llega a su rostro.

“Andábamos sobre la calzada de La Viga, ahí donde todavía está la Preparatoria 7. Habíamos recogido la cooperación con un bote para imprimir los volantes, pero un compañero que era alegre, guerrerense, nos dijo al ver unos juegos mecánicos: `porque no, ya que estamos cansados, nos subimos a uno de esos al final no cuestan tanto’ y le dijimos: `no cómo crees’, ese dinero era para los volantes”, recordó.

Este 2 de octubre de 2019, aquellos jóvenes sobrevivientes que se movilizaron para exigir castigo por el abuso policial y militar, saldrán a las calles de la Ciudad de México. Ya son 51 años y una de las demandas de su pliego petitorio de 1968 que era: la desaparición del cuerpo de Granaderos se ha cumplido, como primera acción de Gobierno de Claudia Sheinbaum como mandataria capitalina.

Ante los recientes disturbios que se han registrado en movilizaciones sociales en la capital del país, y voces de diputados de oposición que piden el uso de la fuerza pública o el regreso de los Granaderos, el morenista considera que los asistentes a la movilización de este año deben recordar el objetivo principal que es la “exigencia de justicia y no repetición de la reprensión y masacre contra los ciudadanos”, antes que realizar acciones que convocan “provocadores”.