El juego online se consagra económica e internacionalmente
El juego online se ha consagrado como un sector económicamente rentable y aceptado en gran parte del mundo. La accesibilidad, comodidad, la seguridad y el anonimato son algunos de sus puntos fuertes.
La revolución digital e internet han posibilitado que multitud de empresas, incluso sectores al completo se trasladen a plataformas online. Este es el caso de los juegos de casino y las máquinas tragamonedas que, aunque conviven perfectamente con los establecimientos físicos, ofrecen a los usuarios algunas ventajas que les ha hecho consagrarse económicamente durante los últimos años. Mientras que hace unos meses se afirmaba que el sector movía unos 40.000 millones de euros mundialmente, se prevé que la cifra alcance los 70.000 millones en 2024.
Una de las grandes bazas de este sector es, evidentemente, que permiten a los usuarios jugar y apostar cómodamente desde sus casas y a través de internet. Lo que se ha convertido en una forma muy prolífica de juego.
En general, nos encontramos con plataformas que ofrecen probabilidades y porcentajes de recuperación perfectamente comparables a las de los casinos físicos. De hecho, muchos de ellos ofrecen mayores porcentajes de recuperación en los juegos slots e, incluso, los hay que publican auditorías sobre estos porcentajes de recuperación en sus páginas web.
Para que se hagan una idea, estas plataformas suelen utilizar un software generador de números aleatorios y, programado de forma adecuada, juegos como el blackjack ofrecen exactamente la misma ventaja establecida por la casa que tendría el juego en una mesa en vivo de casino físico. En otras palabras, los porcentajes de recuperación de los jugadores están establecidos por las propias reglas del juego, y no varían en sus versiones digitales.
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Entre las múltiples opciones que ofrecen estas salas de juego virtuales están los slots o máquinas tragamonedas. Estas máquinas han sido internacionalmente aceptadas desde su creación, y se juega a ellas tanto a este lado del océano como en Europa o Asia. Lo cierto es que los slots han sabido adaptarse muy bien a los nuevos tiempos digitales, ofreciendo una amplia variedad de máquinas tragamonedas, con todo tipo de temáticas y fórmulas de juego.
La comodidad y la variedad se complementan con la seguridad y el anonimato. En la actualidad, los casinos online se rigen por un serio e intransigente marco legal que los vuelve muy seguros. Esto permite que las plataformas de pago, bien sea a través de tarjeta de crédito o de otras plataformas especialmente dedicadas a ello, como Neteller, Skrill o Paysefecard, ofrezcan una seguridad absoluta a los usuarios. Hoy en día, no existen apenas diferencias entre comprar cualquier otra cosa por internet y depositar en una sala de juego.
A esto se le suma el anonimato, puesto que todos los casinos online protegen a los jugadores mediante una ley, de nuevo, muy estricta: la ley de protección de datos de usuarios online. Así, el resto de usuarios no tienen la menor idea de cuál es la identidad del jugador en cuestión, más allá del avatar y nickname elegido por él. Esta es otra de las grandes ventajas que ha hecho que los juegos de casino se consagren y crezcan económicamente como pocos sectores lo han hecho durante los últimos años.
La amplia oferta de juegos de todo tipo, algunos de ellos en tiempo real, con crupieres de carne y hueso y chat en el que se comparten las impresiones de todos los participantes, hace que el entretenimiento esté mucho menos limitado que en los juegos de casino físico.
Esto no quiere decir que las salas de juego online vayan a sustituir a los casinos físicos. Ambas ofertas pueden convivir perfectamente, dado que los servicios y productos que ofrecen son diferentes.
En cualquier caso, parece que el auge del juego online, económica y cuantitativamente hablando, es difícilmente comparable al del juego físico; y lo más probable es que el crecimiento continúe siendo exponencial.