El cinéfilo que cambió las reglas. Quentin Tarantino
Quentin Tarantino es uno de los pocos cineastas en el mundo que generan una verdadera conmoción cada vez que estrenan un filme, y por eso no sorprende que “Había una vez en… Hollywood” haya sido la única película original que ha cruzado este año la barrera de los 100 millones de dólares en la taquilla estadounidense, en un verano donde sólo han recaudado fortunas los remakes y las secuelas, principalmente de superhéroes.
Por eso, escucharlo decir que tal vez esta sea la penúltima película que hace en su carrera provoca una extraña sensación entre los cinéfilos de todo el mundo. Tarantino es también uno de los pocos capaces de convencer a dos superestrellas como Leonardo DiCaprio y Brad Pitt para que dejen de hacer lo que están haciendo y se pongan a sus órdenes en un foro de cine, sin importarles lo que haya escrito en el guión.
Ha dicho que la idea de “Había una vez en… Hollywood” surgió poco tiempo después de estrenar “Death Proof” en 2007, y que ha trabajado de lleno en este proyecto desde hace cinco años. “Estaba en un cuarto de hotel en Austin cuando escribí la primera escena, que luego sufrió una gran metamorfosis. Cuando empecé a escribir la historia, lo hice como una novela”.
Recuerda que le costó mucho terminar los dos primeros capítulos, porque ahí hablaba de Cliff (el personaje de Pitt), quien daba una mirada general a la carrera de Rick (DiCaprio).
“Durante un año me dediqué a reescribir esos capítulos una y otra vez. Luego escribí la secuencia que habla del personaje de Marvin (Al Pacino). En los siguientes dos años, para aprender más sobre estos personajes, seguía trabajando la escena entre Marvin y Rick. No planeaba utilizar todo este material, pero era mi manera de conectarme con la historia”, dijo en una entrevista para la revista “Entertainment Weekly”.
En otras palabras, Tarantino dedicó un año y medio de su vida a escribir sólo una secuencia de su película, pues quería explorar a fondo quiénes eran sus personajes principales, “y luego tuve que decidir qué clase de historia quería contar. Comprendí que estos personajes eran lo suficientemente fuertes como para ser los que llevaran la historia. Así que no se trataba tanto de mantenerlos dentro de una historia sino más contar algunos días en la vida de los tres personajes principales: Sharon, Cliff y Rick. Simplemente, nos dedicamos a seguirlos durante algunos días. Si bien hay muchos elementos dramáticos, no hay un argumento preciso, porque ellos son la historia”.
En una charla con el diario español “El Mundo”, Tarantino comentó que “Había una vez en… Hollywood” podría ser considerada “un resumen de mi carrera hasta la fecha, aunque esa nunca fue mi intención. Pero en la película hay al menos una conexión con cada una de las ocho películas que he hecho antes. Cuando me di cuenta de eso, lo corregí apenas un poco, para que fuera más sutil. Cuando invité a casa a mi asistente de dirección para leer el guion, me dijo que era como si hubiera hecho una fusión entre todas mis películas anteriores y las hubiera volcado en una sola. Nunca había querido hacer eso, pero esa es la mejor manera en que lo puedo describir”.
Su nueva película es considerada por algunos críticos como un soplo de nostalgia que no atiende tanto a la realidad sino a los recuerdos de Tarantino, que aunque nacido en 1963 en Tennessee vive en Hollywood, la ciudad de los sueños, desde que tenía tres años. Incluso, Tarantino ha llegado a decir que su noveno filme “es un homenaje a mi infancia, es mi especie de ‘Roma’ —la película de Alfonso Cuarón—. Un momento descrito tal y como quedó en mi memoria”.
Han pasado 25 años desde que Tarantino estrenó “Pulp Fiction” y Hollywood ha cambiado demasiado. “Lo que más extraño es el hecho de que entonces todo el mundo filmaba en celuloide. Ya no existen son los directores independientes, lo que yo era en mis inicios. En los 90 había un espacio legítimo para el cine independiente, que en realidad era un mercado comercial que iba mucho más allá. Fue un momento muy estimulante, porque había muchos realizadores que hacían películas que eran adquiridas por distribuidores y se pasaban en los cines no sólo de Los Ángeles o Nueva York, sino en todo Estados Unidos”.
¿POR QUÉ NOS FASCINA LA FAMILIA MANSON?
“Nos fascina porque lo que hicieron resulta verdaderamente inconmensurable. He investigado mucho sobre el tema. Creo que la gente no entiende realmente lo que pasó. La gran pregunta es: ¿cómo logró Charles Manson que estos chicos jóvenes se entregaran completamente a él? Y la verdad es que no hay respuesta. Cuanto más aprendes sobre el hecho, cuanta más información obtienes, lo único que te queda claro es que sigue siendo incomprensible. Creo que lo que nos fascina es precisamente eso”.
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