Diputados proponen que parteras formen parte del sistema de salud
Los legisladores del PVEM señalaron que la situación que vive México y el mundo dará la oportunidad de voltear la mirada hacia la partería como un modelo posible y seguro.
Diputados de Morena y del Partido Verde proponen reformas a la Ley General de Salud para que las parteras sean parte del sistema de salud en el país.
Los legisladores indicaron que esto sería en beneficio de las mujeres embarazadas que deseen tener un parto particular o tradicional.
Para ello piden que se tome en cuenta a las parteras como parte indispensable de este proceso y que su modelo de trabajo también sea considerado.
Argumentaron que durante la contingencia sanitaria, las mujeres que viven su periodo de gestación, vienen con el miedo y el estrés a ser contagiadas por COVID-19 al momento de ingresar a una clínica u hospital para recibir la atención requerida y además de sufrir violencia obstétrica por parte del personal que se ha dividido para que puedan priorizar a los pacientes enfermos por coronavirus.
Manifestaron que una alternativa funcional y altamente recomendada es la de estar con una partera que lleva el 90 por ciento de la atención fundamental para mujeres y recién nacidos, reduciendo de manera considerable las muertes maternas y neonatales y que además proporcionan atención con pertinencia cultural sensible con mayores probabilidades de lograr un impacto de largo plazo.
Dijeron que a pesar de su innegable aporte a la protección de la salud de las mujeres indígenas y no indígenas, las parteras tradicionales de México durante décadas han realizado sus prácticas al margen del reconocimiento de la medicina científica e institucional, que invisibiliza y excluye sus conocimientos y sus técnicas sistematizadas y desarrolladas durante muchos años de ejercicio en sus pueblos originarios y en diversas culturas.
Los legisladores del PVEM señalaron que la situación que vive México y el mundo dará la oportunidad de voltear la mirada hacia la partería como un modelo posible y seguro en la atención de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, evitando que éstas sientan un abandono por parte del sistema de salud o una exposición innecesaria al riesgo.