“Demagogia pura” pretender cambiar el nombre a la CNDH, acusó Kenia López Rabadán
Destacó que, a 30 años de la creación de la CNDH, poco se tiene que celebrar, pues el retroceso en la institución es notable.
“Desde que Morena impuso a Rosario Piedra Ibarra en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), éste perdió su autonomía, subordinándose al Ejecutivo federal”, acusó la senadora panista Kenia López Rabadán.
La también presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado, ejemplificó lo anterior, por su coyuntura, en la falta de recomendaciones en hechos tan evidentes como lo la falta de pruebas médicas para la detección de Covid-19 en medio de la pandemia global; no hay medicinas, ni respiradores.
Destacó que, a 30 años de la creación de la CNDH, poco se tiene que celebrar, pues el retroceso en la institución es notable, incluso resulta irrisorio que la persona que más ha debilitado a la institución protectora de derechos humanos hable de querer fortalecerla.
Insistió que la institución se encuentra subordinada ante la cercanía de Piedra Ibarra con López Obrador, por lo que la propuesta de Rosario Ibarra de cambiar el nombre de CNDH por una defensoría de los pobres, “es muestra de ignorancia y falta de sentido común”, si se toma en cuenta que los derechos humanos son universales e inherentes a todo ser humano. Su protección va más allá del nivel económico de las personas. Es, dijo, “demagogia pura”.
Al respecto, la legisladora expuso que “pensar en proteger sólo a los pobres deja, por ejemplo, fuera del campo de competencia de la CNDH a 99.9 por ciento de los dirigentes de Morena”, que hoy tienen grandes sueldos.
Puntualizó que “la titular de la CNDH desconoce sus facultades y va más allá al afirmar que el Artículo 102, apartado B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), ‘tendrá que reformarse’, ya que esa decisión es propia del Constituyente Permanente del cual, afortunadamente, ella no es parte”.
Resulta igualmente contradictorio querer que las recomendaciones sean vinculantes cuando ahora que no lo son ni siquiera las emite, es decir, hay un silencio cómplice entre la CNDH y el Gobierno federal, indicó.
Dicha complicidad se confirma con la declaración del día de hoy, del titular del Ejecutivo federal al referir que: “yo veo bien que las recomendaciones sean vinculantes”, ya que sabe que a su gobierno no se le va a emitir ninguna de trascendencia, y para muestra el hecho de que la CNDH no ha tenido ninguna posición fuerte en contra de la actual administración pública.
Lo anterior también es contradictorio si tomamos en cuenta que el Ejecutivo federal, el año pasado no quiso cumplir la recomendación relativa a la cancelación del programa de estancias infantiles.
La vergonzosa y silenciosa inactividad ante las reiteradas violaciones a los derechos humanos en temas prioritarios como la salud, entre muchos otros, reflejan que a la señora Piedra le supera su ideología a la función como ombudsperson, puntualizó López Rabadán.