Registran tormentas de polvo en Titán
Este descubrimiento la convierte en la única luna del Sistema Solar con una atmósfera sustancial y el cuerpo celeste, aparte de nuestro planeta, en el que se sabe que aún existen masas estables de líquido
Gigantescas tormentas de polvo en las regiones ecuatoriales de Titán fueron reveladas por datos de la sonda internacional Cassini, que exploró Saturno y sus lunas.
Este descubrimiento convierte a Titán en el tercer cuerpo del Sistema Solar, junto a la Tierra y Marte, en el que se han observado este tipo de tormentas. De acuerdo con el artículo publicado en Nature Geoscience, gracias a estos hallazgos los científicos podrán comprender mejor el entorno de la mayor luna de Saturno.
“Titán es un satélite muy activo. Ya lo sabíamos por su geología y su peculiar ciclo de los hidrocarburos. Ahora podemos añadir una nueva analogía con la Tierra y Marte: un ciclo del polvo igualmente activo”, explica Sebastien Rodriguez, astrónomo de la Universidad Paris Diderot y autor principal del artículo.
De los grandes campos de dunas que rodean el ecuador de Titán se levantan moléculas orgánicas complejas, resultado de la química atmosférica y que, una vez alcanzado un tamaño suficiente, vuelven a caer a la superficie.
La Agencia Espacial Europea dice que al igual que la Tierra, Titán es un mundo enigmático, porque se trata de la única luna del Sistema Solar con una atmósfera sustancial y el único cuerpo celeste, aparte de la Tierra, en el que se sabe que aún existen masas estables de líquido en la superficie.
No obstante, presenta una diferencia importante: mientras que los ríos, lagos y mares de la Tierra están llenos de agua, lo que fluye por los cauces de Titán es principalmente metano y etano. En este ciclo único del metano, las moléculas del hidrocarburo se evaporan, se condensan en nubes y vuelven a caer en la superficie.
La primera vez que el equipo de Rodriguez detectó en el ecuador del satélite tres llamativas manchas brillantes en las imágenes del infrarrojo tomadas por Cassini, creyeron que se trataba de estas nubes de metano. Pero al investigar más se dieron cuenta que se trataba de algo distinto.
“Por lo que sabemos de la formación de nubes en Titán, podemos afirmar que ese tipo de nubes de metano, en esa área y en esa época del año, son algo físicamente imposible. Las nubes de convección de metano que pudieran desarrollarse en esa área y en ese periodo de tiempo contendrían unas gotas enormes y deberían producirse a una gran altitud, muy superior a los 10 km donde los modelos nos dicen que se encontrarían las nuevas formaciones”, señala el autor principal del estudio.
Los investigadores también descartaron que las formaciones se sitúen en la superficie, en forma de lluvia de metano helada. Estos fenómenos superficiales presentarían una firma química distinta y serían visibles mucho más tiempo, mientras que las brillantes figuras de este estudio sólo permanecieron a la vista entre 11 horas y cinco semanas.
Sebastien sostiene que, aunque es la primera vez que se observa una tormenta de polvo en Titán, el descubrimiento no debe sorprendernos.
“Creemos que cuando la sonda Huygens aterrizó en Titán, en enero de 2005, levantó una pequeña cantidad de polvo orgánico debido a su potente estela aerodinámica. Pero lo que hemos visto aquí gracias a Cassini es algo a una escala mucho mayor. Las velocidades del viento casi superficial necesarias para levantar tal cantidad de polvo como hemos visto en estas tormentas deberían ser muy fuertes, unas cinco veces mayores que las velocidades medias del viento estimadas con las mediciones de Huygens cerca de la superficie y con los modelos climáticos”.