Las matemáticas aplicadas a prevención de enfermedades
México, 4 Abr (Notimex).- Los modelos matemáticos son útiles para prever comportamientos de enfermedades como la influenza y sarampión, por lo que a través de ellos es posible evaluar, por ejemplo, las campañas de vacunación, afirmó el investigador de la Universidad de Colima (UdeC), Roberto Sáenz Casas. Dijo que esa disciplina permite observar el comportamiento […]
México, 4 Abr (Notimex).- Los modelos matemáticos son útiles para prever comportamientos de enfermedades como la influenza y sarampión, por lo que a través de ellos es posible evaluar, por ejemplo, las campañas de vacunación, afirmó el investigador de la Universidad de Colima (UdeC), Roberto Sáenz Casas.
Dijo que esa disciplina permite observar el comportamiento de padecimientos, pero también hacer predicciones. Estos modelos, añadió, pueden sugerir lo que pasa durante una epidemia y cómo podría gradualmente erradicarse.
“Conociendo el presente se puede estimar el ritmo en que la enfermedad se propaga, el porcentaje de la población que debe vacunarse y el número de muertes que se pueden evitar gracias a las campañas de vacunación”, comentó al impartir una conferencia de divulgación científica.
Agregó que mediante estimaciones matemáticas, fue posible establecer que en la década 2011-2020, se podría evitar 23.3 millones de muertes por medio de las vacunas.
Los modelos matemáticos permitirían conocer qué porcentaje de población debe vacunarse, ya que se puede detener un brote epidémico sin tener que vacunar a toda la gente.
A este proceso, se le llama inmunidad colectiva: “Si no hay nadie protegido, la población eventualmente se va contagiar, pero si tenemos personas vacunadas e introducimos personas no vacunadas, es menos probable que se propague una enfermedad”.
El investigador de la Facultad de Ciencias de la UdeC, afirmó que la polio está cerca de erradicarse y esto indica que el mínimo de vacunación tiene que estar entre el 80 y 86 por ciento; mientras que en el caso del sarampión, enfermedad más contagiosa, el porcentaje de vacunación que se necesita es del 94 de la población mundial; y de la influenza se estima que entre 50 y 75 por ciento se tiene que vacunar.
En ese sentido, advirtió de la existencia de movimientos antivacunas, los cuales aseguran que vacunarse tiene efectos secundarios como el autismo:
“Todos estamos en el derecho de decidir si nos vacunamos o no, tenemos que regresar a la idea de inmunidad colectiva, pues no es una decisión personal que una enfermedad se propague o no. Todos debemos protegernos”, enfatizó.
Fue a finales de la década de los ochenta, cuando un médico británico publicó un artículo que decía que la vacuna para el sarampión causaba autismo, lo que tuvo efecto inmediato: la gente ya no se quiso vacunar.
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NTX/MSG/MAG