Hallan un nuevo ‘planeta’ en el Sistema Solar
Este cuerpo celeste, denominado 2015 RR245, tiene un tamaño que ronda los 700 kilómetros y realiza una de las órbitas más grandes entre los planetas enanos. Gracias al observatorio de Canadá, Francia y Hawái (CFHT, por sus siglas en inglés) instalado cerca de la cima del volcán Mauna Kea (Hawái, Estados Unidos), un equipo internacional […]
Este cuerpo celeste, denominado 2015 RR245, tiene un tamaño que ronda los 700 kilómetros y realiza una de las órbitas más grandes entre los planetas enanos.
Gracias al observatorio de Canadá, Francia y Hawái (CFHT, por sus siglas en inglés) instalado cerca de la cima del volcán Mauna Kea (Hawái, Estados Unidos), un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un nuevo planeta enano, al que ha denominado como 2015 RR245.
Este cuerpo celeste se encuentra en el cinturón de Kuiper, un disco de pequeños mundos helados más allá de Neptuno ubicado a más de 12.000 millones de kilómetros del Sol, y realiza una órbita elíptica desde hace al menos 100 millones de años, una de las más grandes que realiza un planeta enano.
Las dimensiones exactas del 2015 RR245 se desconocen, ya que los investigadores carecen de suficiente información sobre las propiedades de su superficie, pero consideran que su tamaño aproximado es de 700 kilómetros. Además, los especialistas estiman que su mayor acercamiento al Sol se registrará en 2096, cuando se encontrará a 5.000 millones de kilómetros de distancia.
Origen del hallazgo
J.J. Kavelaars, un científico del Consejo Nacional de Investigación de Canadá, fue la primera persona que halló 2015 RR245 en febrero de este año, tras estudiar unas imágenes tomadas durante el programa de investigación de los orígenes del Sistema Solar externo (OSSOS, por sus siglas en inglés) en septiembre de 2015. Por su parte, el Centro de Planetas Menores (MPC) ha descrito a este planeta enano como el 18.º objeto más grande del cinturón de Kuiper.
Michele Bannister, investigadora de la Universidad de Victoria (Canadá), ha explicado que “los mundos helados más allá de Neptuno dejan rastro sobre cómo se formaron los planetas gigantes y se alejaron del Sol”, con lo cual “permiten reconstruir la historia de nuestro Sistema Solar”. El problema es que casi todos de estos mundos helados son pequeños y, por ende, difíciles de descubrir, con lo cual Bannister ha destacado que resulta “realmente emocionante encontrar uno que es lo suficientemente grande y brillante como para poder estudiarlo en detalle”.
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Fuente: Actualidad RT