Desde su fin de semana de estreno se convirtió en un éxito que terminó coronado, tras varios meses en taquilla, con la impresionante cifra de 381.109.762 dólares a nivel mundial. Este sólo fue el primero de una trilogía, que terminó recaudando, en total de salas, $940 millones.
Es difícil encontrar el motivo específico de su éxito. Hablamos de una comedia de ciencia ficción con un buen tono de misterio y un guion que, si bien tiene sus huecos es imposible encontrar un filme sobre viajes en el tiempo que no los tenga, está excelentemente concebido. Cierta mística hizo que sobreviviera al paso de los años, y aún hoy se percibe como una propuesta actual. Su carácter ameno e inclusivo la hizo favorita para varias generaciones, convirtiendo en héroes a sus protagonistas Michael Fox y Christopher Lloyd, y generando también grandes dividendos. Es que luego del filme llegaría el merchandising, que hoy es sinónimo de tendencia de moda o coleccionismo (el automóvil/máquina del tiempo De Lorean fue subastado en 430.000 dólares).
A pesar de haber sido tentado con mucho dinero en varias oportunidades, Zemeckis repite que mientras él viva no habría otra película de “Back to the Future”. Una franquicia tan inmaculada sería difícil de igualar.