Aumentan seguridad en la mañanera
También, se otorgaba una pulsera para identificar a los medios autorizados a estar en el salón Tesorería.
A partir de este lunes, se reforzaron las medidas de seguridad para ingresar a la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A los reporteros, fotógrafos, camarógrafos y otros asistentes a la “mañanera”, la Policía Militar -encargada de la seguridad del recinto histórico- les solicita presentar la acreditación de cada medio así como una identificación oficial que se intercambia por un gafete con número de folio
Son dos tipos de gafete, uno con la leyenda “México, Presidencia de la República, Palacio Nacional, Medios de Comunicación, Sedena” y otro que dice “Gobierno de México, medios de comunicación”.
En el reverso, se aclara que el gafete es para “visita”.
“El personal portador de este gafete únicamente tendrá acceso a las siguientes áreas: entrada principal, áreas comunes e instalaciones autorizadas en este recinto”, se lee.
La Coordinación General de Comunicación Social de la Presidencia de la República otorgó un gafete a los representantes de los medios de comunicación para su ingreso a la mañanera en donde se especifica el nombre, medio, fotografía y un código QR el cual se escanea diariamente para llevar un registro de los asistentes.
También, se otorgaba una pulsera para identificar a los medios autorizados a estar en el salón Tesorería.
Ahora, la Policía Militar entrega otro gafete al ingresar por el área de Atención Ciudadana.
El 1 de marzo, se coló a la mañanera José Luis González y sin que nadie lo detuviera, habló con el presidente López Obrador para solicitarle ayuda. Ese mismo día el primer mandatario indicó que se implementarían medidas de seguridad pero nada extraordinario.
Al día siguiente, dos integrantes de la Ayudantía se colocaron en el extremo del templete.
Este viernes 28 de mayo, José Luis González regresó a Palacio Nacional para solicitar nuevamente la ayuda de López Obrador.
Narró que el 1 de marzo ingresó al recinto histórico por el estacionamiento, subió por una escalera, tomó una escoba simulando barrer para pasar desapercibido hasta llegar al Salón Tesorería y después se quedó detrás de una tarima hasta que escuchó la voz del primer mandatario.
