A 80 años del natalicio de Francisco Toledo
Se caracterizó por su compromiso, el cual nunca estuvo motivado por ninguna clase de protagonismo, en cambio, se preocupó por rescatar el patrimonio cultural a través de la promoción de proyectos sociales, educativos, de salud y medio ambiente.
Este 17 de julio se cumplirán 80 años del nacimiento del artista Francisco Toledo, por lo que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recuerda el legado que dejó a través de su obra, plagada de narrativa mexicana, y reconoció su compromiso como promotor cultural.
En el marco que rodea el aniversario del creador oaxaqueño, el doctor en historia del arte Renato González Mello destacó que el artista visual intensificó el interés de conocer su cosmovisión a través de sus acuarelas, litografías, pinturas y esculturas que redimieron el arte, pues desde la década de los 70, la mayoría de artistas optó por plasmar perspectivas contemporáneas.
El experto del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM recordó que el también escultor se caracterizó por su compromiso, el cual nunca estuvo motivado por ninguna clase de protagonismo, en cambio, se preocupó por rescatar el patrimonio cultural a través de la promoción de proyectos sociales, educativos, de salud y medio ambiente.
“Tenía un fuerte sentido de pertenencia con las comunidades de Oaxaca y lo aplicó procurando que fuera en beneficio de ellas mismas. Esa parte es la más conocida, junto con la del artista sumamente popular, porque su obra se adentra en el universo imaginario de las localidades campesinas, evitando folclorismo y el antagonismo con la cultura universal”, ahondó el autor de “La máquina de pintar: Rivera, Orozco y la invención de un lenguaje” (2008).
A través de un comunicado, la UNAM informó que el artista juchiteco fundó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), inaugurado en noviembre de 1988, promovió además, la fundación del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), la biblioteca para ciegos Jorge Luis Borges, la Fototeca Manuel Álvarez Bravo, así como una multiplicidad de talleres de arte, el rescate de los archivos históricos de ese estado y la reconstrucción del convento de Santo Domingo.
Francisco Toledo divulgó su obra internacionalmente y países como París, Nueva York, Oslo y Londres han sido testigos de sus colecciones y exposiciones más relevantes. “Para él no había una contradicción entre un ejercicio estético exigente y sofisticado, entre el ejercicio cultural de alta calidad con una vida social en las comunidades”, apuntó el también integrante del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC).
Para Renato González Mello, Toledo, que se destacó también como impresor, dibujante y ceramista, revolucionó el mundo del arte en México, pues “su propuesta no cambió, no se amoldó a esa situación de hegemonía, sino que reivindicó la posibilidad de un arte narrativo”, convirtiéndose así, en uno de los artistas que más ha aportado a la cultura mexicana.