A 150 años del natalicio de Amado Nervo
Se conmemora el 150 aniversario del natalicio del poeta, cronista y narrador Amado Nervo, nacido en Nayarit el 27 de agosto de 1870. A través de plataformas digitales, se recuerda al autor por sus aportaciones a las letras, el teatro y la filosofía.
La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, a través del sitio web de Contigo en la distancia, difundieron tres videos para conmemorar el aniversario del autor de las obras célebres El bachiller (1895), Perlas negras (1898) y Místicas (1898).
En el primer video la poeta Queta Navagómez recita el poema «Vieja llave», de Nervo en el que se desmaterializa el simple objeto, para convertirlo en testigo de viejas glorias y presentes penas. En el segundo el escritor Carlos Martínez Plata declama el XI poema incluido en la obra estelar de Nervo, Perlas Negras. Y en el último, una voz de fondo recita su lírica mediante una secuencia visual de libros, imágenes y dibujos que retratan la trascendencia del escritor nayarita.
También la Academia Nacional de Historia y Geografía de la UNAM recuerda al poeta a través de un coloquio que se realiza durante la semana. Titulado “Nervo, el poeta amado”, el encuentro reúne las reflexiones de especialistas sobre la importancia e impacto de la obra del escritor nayarita también novelista y ensayista.
A la celebración se suma la compañía Serebroz Producciones con una transmisión en vivo a través de su canal de Youtube. Mauricio Barcelata, Andrea Biestro, Conchi León, M’Balia Marichal y Santiago Stephe se reunirán junto con el director Ro Banda y el dramaturgo Adrián Chávez, y parte del equipo de producción, para hablar de Nervo en el teatro y su obra El donador de almas, pieza escénica basada en la novela homónina de Amado Nervo, que explora la necesidad del amor.
Amado Nervo es considerado uno de los poetas mexicanos más populares. Hizo sus primeros estudios en el Colegio de Jacona, y después en el Seminario de Zamora, en Michoacán. Debido a problemas económicos de su familia, abandonó los estudios y empezó a ejercer el periodismo, profesión que desarrolló primero en Mazatlán, en Sinaloa y más tarde en la Ciudad de México, donde llegó en 1894.
En 1900, el diario El Imparcial lo envió como corresponsal a la Exposición Universal de París, ciudad donde residió por dos años. Entabló allí amistad con el poeta nicaragüense Rubén Darío. En París conoció a su esposa Ana Cecilia Luisa Dailliez, con la que compartió su vida más de diez años.
Cuando regresó a México, fue profesor en la Escuela Nacional Preparatoria, hasta que fue nombrado inspector de enseñanza de la literatura. En 1918 recibió el nombramiento de ministro plenipotenciario en Argentina y Uruguay, su último cargo, pues en 1919, el poeta falleció en Montevideo.