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Viernes 22 de Noviembre 2024

Diseñan un disipador de sísmos

 

Los sismos son una de las catástrofes naturales más impredecibles y devastadoras que existen. En los últimos meses, diversos terremotos en Italia o Ecuador no sólo han hecho temblar estas regiones, sino que provocaron centenares de víctimas mortales, así como innumerables daños materiales. Ante estos hechos, el profesor de la Facultad de Ingeniería de la […]


Los sismos son una de las catástrofes naturales más impredecibles y devastadoras que existen.

En los últimos meses, diversos terremotos en Italia o Ecuador no sólo han hecho temblar estas regiones, sino que provocaron centenares de víctimas mortales, así como innumerables daños materiales.

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Ante estos hechos, el profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Héctor Guerrero Bobadilla, diseñó un disipador sísmico, útil para proteger la estructura de los edificios ante la ocurrencia de un temblor.

Se trata de unas barras metálicas con un centro de acero y forradas por concreto que se ensancha en las orillas, las cuales se colocan en cada piso del edificio y logran captar gran parte de la energía que produce el movimiento telúrico.

Su propuesta incluye un método teórico para calcular diversos efectos de un movimiento telúrico sobre una edificación, así como la elaboración de prototipos de disipadores propios, probados experimentalmente en la mesa vibradora de la facultad, para reducir los daños en la estructura.

“El dispositivo capta la fuerza del temblor, deformándose y evitando que la estructura reciba todo el impacto, con lo que se reducen los daños”, explicó Guerrero Bobadilla.

El doctor en ingeniería de estructuras explicó que ese sistema funciona como el cambio de un fusible en la instalación eléctrica de una casa, pues cuando el disipador se deforma se reemplaza por uno nuevo y el edificio sigue en pie sin mayores daños estructurales. Explicó que sistemas similares son utilizados a menudo en Japón o San Francisco (California, Estados Unidos). Sin embargo, México, un país eminentemente sísmico, no cuenta con este tipo de disipadores sísmicos que podrían evitar una gran parte de daños materiales y personales.

El investigador refirió que el costo de los disipadores que diseñados son económicos, porque usan materiales convencionales, pero también son muy competitivos con los importados.

“Los que hicimos en la UNAM son para construcciones de tamaño mediano, no tan altas, y funcionan bien. Pensamos en protegerlos con una patente, pero eso encarecería los costos, y los queremos aplicar en zonas marginadas del país”, resaltó.

Junto con el investigador del Instituto de Ingeniería, Alberto Escobar, realiza pruebas en edificios prefabricados y con estructuras de vidrio, con los que ha tenido buenos resultados.

Especialistas de la Universidad Nacional reiteraron que es muy difícil calcular cuándo ocurrirá el próximo terremoto. Sin embargo, promover los estudios sísmicos, desarrollar nuevos métodos de prevención o alerta y, especialmente, mejorar las construcciones, son aspectos fundamentales para evitar los daños personales y materiales que causan los sísmos.

Reporte mensual

El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó mil 118 sismos en territorio mexicano ocurridos en septiembre. Las magnitudes de estos eventos se encuentran en un rango de 2.1 a 5.3.

Según reportes emitidos el pasado mes de octubre, la distribución de la sismicidad, en este mes, se concentró en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, en el Istmo de Tehuantepec, las costas de ColimaJalisco, Golfo de California y sismicidad menos numerosa en el norte del país.