“Desde sus trazos rojos”, de Yamile Vaena [Entrevista]
Cosas increíbles empezaron a pasar, las redes sociales, Amazon me invitó a participar en la FIL de Guadalajara y el libro empezó a dar señas de querer abandonar su estatus de ebook para tocar el mundo real, así, en piel de árbol y tinta y reclamar su lugar en los anaqueles de las librerías.
Yamile Vaena comenzó su carrera literaria a los 3 años de edad, en un viaje que hizo con sus padres a la playa. Contó en su mente de niña, un cuento de ella en la playa, y sus padres la animaron a escribirlo. Más tarde ese cuento, a sus 8 años, recibió el Premio Océano/SEP, y fue editado en España. El libro “Jugando con Tili” fue premiado un tiempo después en una Feria Infantil y Juvenil del Libro en Japón, y escogido para hacer una selección en un libro de texto Americano.
Vaena quedó en un lugar de honor, junto a un poema de Amado Nervo y un cuento de Carlos Pellicer.
En su época universitaria, Vaena fue elegida entre los jóvenes artistas literarios para participar en el evento “Escritores por Adelantado” en Bellas Artes, un evento que consistía en la lectura de todo un serial de cuentos cortos.
Desde entonces, sus letras han evolucionado. Participando activamente con sus creaciones en diferentes medios de comunicación tradicionales, electrónicos e impresos, y siempre brillando por la voz en sus letras. Entre otras de sus obras destacan Jugando con Tili (1981) y en antología (1983), Palabras de juego (2013) y Jugando con Tili Edición en 4 idiomas (2014).
Jorge Iván Garduño platicó con ella sobre su más reciente libro Desde sus trazos rojos publicado por Círculo Próximo Editores.
Jorge Iván Garduño (JIG): ¿Qué significa para ti la literatura y el ejercicio literario?
Yamile Vaena (YV): Para mí es un proceso natural y no muy consciente. Crecí entre libros, hija de padres escritores, las letras fueron para mí una consecuencia ineludible y un estilo de vida, desde la niñez, fui niña escritora reconocida cuando me premiaron mi cuento “Jugando Con Tili” con el premio Antoniorrobles, y luego ese mismo libro me valió el reconocimiento como el mejor libro en Japón y la publicación de mi historia en un libro de texto en Estados Unidos con una antología junto a Amado Nervo y Carlos Pellicer. Todo fue de manera tan “orgánica” que nunca cuestioné el proceso, ni la validez y profundidad de las raíces que la literatura y las letras provocaron en mí.
Y claro, eso era de dos vías, también fui ávida lectora de todo lo que caía en mis manos desde que tengo memoria.
La literatura y el talento para utilizar la pluma siempre me han llamado. Me fui apasionando de géneros, y escritores. Leía y escribía y mimetizaba el estilo de lo que leía en ese momento. lo que lees hoy en mí es el resultado de toda una vida jugando con las letras, todos los días. De 13 o 14 años escribía mis historias a máquina y hacía engargolados, me iba a la juguería del centro y le leía mis cuentos a quien se sentaba a mi lado. Siempre tuve esta necesidad de conectarme con la gente por ese medio. Actualmente esa necesidad de escribir es alimentada por las redes. Creando todos los días, tuits, escritos, ideas… para personas como yo, el universo que nos da la literatura se expande tanto como nuestra necesidad de ser. La literatura es inevitable, pero no podemos ser sólo espectadores.
JIG: ¿Qué te viene a la mente cuando escuchas las palabras “papel” y “tinta”?
YV: Piel y letra. Sangre y vida. Fuego y espuma.
JIG: ¿Qué historia nos cuentas en “Desde sus trazos rojos”?
YV: Te narro la historia de la vida que se traza a pinceladas entre el caos de los fantasmas. Te hablo del amor en todas sus expresiones, te hablo del duelo y los fantasmas que se niegan a abandonar lo que fueron, y la trascendencia del duelo más allá de quiénes somos, pero ésta NO es una historia de amor…
JIG: ¿Cuál es el mayor motivo por el cual escribiste “Desde sus trazos rojos”?
YV: Desde Sus Trazos Rojos surgió de un ejercicio de crear una historia por medio de “tuits” (esto es, frases sólo de 140 caracteres). Narré un cuento con 10 u 11 tuits, con una fuerte connotación poética, y de allí destacó (más bien, literalmente brincó) un personaje. Así sin intención, ni pensarlo demasiado, comenzó a crearse “Desde sus Trazos Rojos”.
JIG: ¿Cuál fue el mayor reto que te representó “Desde sus trazos rojos” con tus anteriores obras?
YV: Desde sus Trazos Rojos es la última evolución de mis letras. Básicamente lo más complejo en mi proceso creativo, es que la estructura jamás es consciente. El mayor reto en esta historia es que un libro así, escrito a trazos y pinceladas, sin una estructura argumental tradicional, consiga el objetivo de comunicarse directamente con los lectores.
Desde sus Trazos Rojos, lo ha logrado, conectándose en las redes sociales con nuevos lectores que contribuyen a crear un universo paralelo al propio libro. Los personajes, a través de ellos cobran vida, y ya no me pertenecen. Eso me parece apasionante.
JIG: ¿Cuánto tiempo te llevó escribir este libro?
YV: La cosa es que no fue un proceso continuo. El cuento “generador” de la idea, fue escrito varios años antes. Tuvieron que pasar un par de años, para que floreciera la idea de narrar la historia de Clara y la Roja. Avanzaba muchísimo cada día… no tomó mucho tiempo escribir la mayor parte del libro, y luego, sin razón aparente, me detuve, se fue al cajón y a relecturas al menos un año, hasta que un amigo me comentó que había un concurso de Amazon de autores independientes. Tenía este asunto sin terminar, así que me puse a trabajar y lo hice en tiempo y forma para que entrara al concurso. No gané nada, ni quedé como finalista, pero otro curioso fenómeno se dio. Desde sus Trazos Rojos se volvio Bestseller en su categoría en Amazon México. Lugar que ha conservado de noviembre a la fecha.
Cosas increíbles empezaron a pasar, las redes sociales, Amazon me invitó a participar en la FIL de Guadalajara y el libro empezó a dar señas de querer abandonar su estatus de ebook para tocar el mundo real, así, en piel de árbol y tinta y reclamar su lugar en los anaqueles de las librerías.
JIG: ¿Cómo es tu relación con los personajes de “Desde sus trazos rojos”?
YV: A mí me enamoran, todos. Me parecen adorables. Creo que a pesar de que la vida les pega duro encuentran la manera de seguir viviendo ligeros, y eso me gusta mucho. Son apasionados, y eso para mí es muy importante. En mi libro, la vida se vive o se muere, todos los días. Y ellos parecen –a pesar de todo- disfrutar viviéndola. Aún con sus fantasmas. También me parecen inteligentes: todos ellos encuentran la manera de lograr que su entorno les brinde lo que necesitan, volviendo a sus propias debilidades, sus fortalezas, como lo hace Clara con el “bullying” que sufre de niña, por ser “la rara niña que dibuja”, por ejemplo.
JIG: ¿Qué te han exigido tus personajes o qué te has exigido como escritora para esta obra?
YV: Mis personajes me exigieron su existencia. Yo casi me siento sólo como un medio. Esta era una historia que quería ser contada, que necesitaba conectar con esos nuevos lectores para crear todo este universo paralelo del que casi me siento una simple observadora.
JIG: ¿Qué viene ahora para Yamile Vaena como escritora?
YV: Hay muchas historias que contar, tengo algunas en el tintero, otro par de novelas ya terminadas que están reposando, esperando a que tome el ánimo de enfrentarlas con una nueva y más aguerrida pluma. El tallereo es algo a lo que tienes que permitirle tiempo de añejamiento, y a veces, aún así, hay historias que aún no están listas para brincar a la vida. ¿Si podré seguir publicando? Eso lo definirán los lectores cuando respondan a la existencia del libro en papel. Los libros fueron para ser leídos, si no ¿qué sentido tendría narrar historias?
JIG: Te agradezco tu tiempo, y muchas gracias.
Jorge Iván Garduño / @plumavertical