Chatarra electrónica, amenaza tóxica
El avance tecnológico contribuye a aumentar la diversidad y complejidad de los desechos que contaminan el medio ambiente. El gran crecimiento en la producción de aparatos eléctricos y electrónicos que, gracias a la innovación tecnológica y la globalización del mercado, acelera su sustitución y por lo tanto su desecho, lo que produce diariamente toneladas de […]
El avance tecnológico contribuye a aumentar la diversidad y complejidad de los desechos que contaminan el medio ambiente.
El gran crecimiento en la producción de aparatos eléctricos y electrónicos que, gracias a la innovación tecnológica y la globalización del mercado, acelera su sustitución y por lo tanto su desecho, lo que produce diariamente toneladas de basura electrónica.
En México mil 80 toneladas de basura electrónica, como computadoras viejas, celulares, electrodomésticos, reproductores de mp3, memorias USB, faxes, impresoras, son desechados por los mexicanos cada año, lo que ha convertido al país en el tercer tirador per cápita de este tipo de desperdicios en el continente, después de Estados Unidos y Canadá.
En este sentido, Carlos Álvarez, especialista en medio ambiente, señala que los nuevos equipos de comunicación contienen elementos contaminantes diversos que son considerados como residuos tóxicos peligrosos, y lamenta que hoy todavía las poderosas empresas trasnacionales no han afrontado su responsabilidad extendida que deriva en que un fabricante luego de entregar sus equipos es corresponsable del destino final de los mismos.
“Esos residuos de un teléfono celular o tabletas electrónicas son considerados como de manejo especial, pero desafortunadamente no existen normas oficiales mexicanas específicas”, sentenció, antes de señalar la necesidad de que en México se generen más campañas “serias” y programas permanentes de reciclaje.
Estos productos, cuando se convierten en basura, son altamente contaminantes. Las partes más riesgosas son los microcircuitos de las tarjetas madre, los tubos de rayos catódicos de los monitores viejos y las baterías, entre otros, porque contienen cromo, plomo y cadmio, metales pesados tóxicos para la salud.
¿Cómo deshacerse de los residuos?
De 2013 a la fecha más de 569 toneladas de residuos electrónicos y eléctricos han sido acopiados en los eventos reciclatrón que organiza la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), eventos en los que han participado más de 589 empresas y 104 instituciones educativas.
Según datos de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), durante 2015 en la capital del país se generaron 12 mil 843 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, cantidad que no sólo se atribuye a su población residente, sino también a la población flotante que diariamente ingresa a la entidad a realizar sus actividades.
En cuanto a la recolección de basura electrónica, la Ciudad de México encabeza el acopio de estado desechos, le siguen Nuevo León, Jalisco y Coahuila.
La dependencia reporta que en México cada persona genera anualmente entre siete y nueve kilogramos de basura electrónica, lo que equivale a mil 80 toneladas anuales.
Para quienes desean entregar sus desechos electrónicos en sitios a donde les darán disposición adecuada, pueden acudir a la página de la Sedema, sitio donde se publican los eventos denominados reciclatrón, que se realizan en distintas sedes de las delegaciones políticas, al alcance de toda la población.
Asimismo, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide) publica en su página de internet un listado de centros de acopio de residuos electrónicos ubicados en toda la República Mexicana.
Algunas empresas recicladoras son: EcoAzteca ubicada en Iztapalapa, EcoPoint, que se localiza en distintos puntos de la ciudad y Punto Verde para Querétaro.
Riesgo latente
Con la llegada de los Reyes Magos gran cantidad de niños necesitó pilas para sus nuevos juguetes o dispositivos cuya energía se descargó y ahora gran cantidad de éstos permanecen entre los cajones o juguetes de los pequeños, lo que pone en riesgo la salud de los mismos.
Un niño que ingiera una pila botón, una vez que ésta se mezcla con los jugos gástricos puede perforar el estómago y derivar en una peritonitis química o bacteriana.
Los principales componentes de las pilas son mercurio, cadmio, níquel y manganeso.
La exposición a estos químicos puede provocar cáncer, asimismo el consumo constante de alimentos contaminados con mercurio provocar cambio de personalidad, pérdida de visión, memoria, sordera o problemas en los riñones y pulmones.
Para tener una idea amplia, una pila botón como la que usa un reloj puede contaminar 600 mil litros de agua, una cantidad mayor que la que bebe una familia de cuatro integrantes durante toda su vida.
