Investigadora reflexiona sobre ángulo político de Rosario Castellanos
Ella fue una intelectual a la cual le quitaron ese lugar en la historia, porque las mujeres no eran reconocidas como pensadoras importantes. Los intelectuales eran principalmente personas que contaban con reconocimiento público y sobre todo de las élites culturales
En “Rosario Castellanos, intelectual mexicana”, Claudia Hernández concentra una investigación de los ensayos políticos de la autora de “Balún Canán”, en la que incluye el trabajo de la escritora como jefa de información en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su paso por el periódico Excélsior.
La investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, Claudia Hernández, destacó la necesidad de reflexionar sobre el ángulo político de la obra de Rosario Castellanos (1925-1974).
“Ella fue una intelectual a la cual le quitaron ese lugar en la historia, porque las mujeres no eran reconocidas como pensadoras importantes. Los intelectuales eran principalmente personas que contaban con reconocimiento público y sobre todo de las élites culturales”, planteó la investigadora.
En entrevista con Notimex, reconoció que le sorprendió que se conociera a Castellanos como una escritora, pero no como una pensadora importante sobre México, faceta que ha sido poco estudiada.
La investigadora mencionó que la mujer fue la línea central en el trabajo de Rosario Castellanos, sobre todo su papel en el ámbito del hogar, pero pensando en la familia como un todo que es importante para la sociedad
“Ahora tenemos una sociedad en la que las mujeres ya tienen un poco más de libertades, pero son sociedades desintegradas y violentas, entonces ella piensa en eso como una parte importante”, subrayó.
No obstante, consideró que hay revisar con cuidado lo relacionado con el concepto feminista en Rosario Castellanos ya que ella no convocaba de manera explícita a nadie.
“Pero por el hecho de escribir ya tienes un guiño que te dice que sí le interesaba que la gente pensara en el tema de la posición de las mujeres como un asunto importante y luego perfilaría a ella de manera muy específica, como una mujer que no creía que tuviera que ser radical en cuanto a sus propuestas, en cuanto a condenar a los hombres, por ejemplo, y revictimizar a las mujeres.
Por el contrario, explicó que la escritora planteaba que las mujeres deben de quitarse el papel de la abnegación para poder tomar un lugar apropiado en la historia y hacerse sujetos, personas que toman decisiones y son dueñas de su destino.
“Más bien las mujeres ya han adoptado quizá ese papel que ella soñaba, que las mujeres tuvieran, que abandonar la abnegación, pero estaría hablando sobre todo de las mujeres de la ciudad”, refirió Hernández, al estimar que en provincia la realidad aún es distinta.