Andrés Manuel López Obrador Lamenta la muerte del gran maestro Francisco Toledo
El artista plástico oaxaqueño Francisco Toledo, considerado uno de los artistas contemporáneos más importantes a nivel mundial, falleció anoche a los 79 años, informó su hija Natalia Toledo. Francisco Benjamín López Toledo, su nombre real, se destacó por ser un férreo defensor de los derechos humanos y del patrimonio artístico de Oaxaca. Además, diluyó los […]
El artista plástico oaxaqueño Francisco Toledo, considerado uno de los artistas contemporáneos más importantes a nivel mundial, falleció anoche a los 79 años, informó su hija Natalia Toledo.
Francisco Benjamín López Toledo, su nombre real, se destacó por ser un férreo defensor de los derechos humanos y del patrimonio artístico de Oaxaca. Además, diluyó los límites de diversos campos del conocimiento y la creación artística, volvió porosas las fronteras entre las artes visuales, la literatura, el diseño, la artesanía, la arquitectura, el juego, la enseñanza, el activismo social y la ecología.
Al filo de las 10 de la noche, el presidente c confirmó en su cuenta de Twitter la muerte del pintor. “El arte esta de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en paz”, escribió el primer mandatario.
[twitter url=”https://twitter.com/lopezobrador_/status/1169804360659931136″]
El maestro Toledo, quien presumía con orgullo sus raíces zapotecas, nació el 17 de julio de 1940. Inició sus estudios artísticos a los 14 años en el taller de grabado de Arturo García Bustos, luego ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías, del INBA.
En 1959 exhibió sus obras en la Galería Antonio Souza y en el Fort Worth Center, en Texas. En 1960 viajó a París, donde profundizó en técnicas de grabado, conoció museos, galerías, artistas y escritores que cambiaron su visión del arte, regresó a México en 1965 con una nueva perspectiva ideológica y estética que incorporará en sus obras.
De acuerdo con quienes lo conocían de cerca, su inventiva era inagotable; pintaba en cuclillas; trabajaba todos los días; usaba métodos no ortodoxos; era autor de miles de pinturas, gouaches, acuarelas, dibujos, cerámicas, esculturas, fotografías, gráficas, diseños e ilustraciones; era creador de proyectos vivos que involucraban cultura, arte, ecología, cine, libros, artesanía.
En la última década fue el artista mexicano más reconocido, un creador de su tiempo, contemporáneo y a la vez heredero de tradiciones. Autor de obras insertadas en el entorno natural, en las historias familiar y social, desde lo vivido en Juchitán y Veracruz, hasta Oaxaca e incluso París, a donde llegó en 1960.
Varios autores hablan del mito en su obra, de lo erótico; Alberto Blanco, sin embargo, en su ensayo “El pintor de las mil máscaras”, prefiere hablar de sexo, pues considera que “su obra trasuda sexualidad”: “Atiende a un dominio mucho más elemental y mucho más animal que el erotismo. Es una obra que tiene más que ver con los instintos que con las emociones, y poco o nada tiene que ver con los sentimientos”.
Coronel Rivera, por su parte define a Toledo como un artista universal, de todos los tiempos y de todas las tendencias. Plantea que existe una idea “racista” de occidente de calificar como “artistas latinoamericanos”, pero, defiende, “a Toledo debemos tutearlo e incorporarlo con todos los autores que le son contemporáneos en desarrollo; medirlo con la misma vara”. Recalca que “ha mantenido una posición, no ha cambiado su forma de plantear su actitud artística, por demás exitosa, con todo y la contraposición marcada por las tendencias plásticas. No es sujeto de una tendencia”.
[twitter url=”https://twitter.com/cultura_mx/status/1169804844632141824″]